Después de una década de espera, la comunidad de David, en la provincia de Chiriquí, finalmente tiene su escuela Antonio José de Sucre completamente renovada. El presidente José Raúl Mulino cumplió hoy una promesa largamente esperada al inaugurar oficialmente las instalaciones que durante años fueron símbolo de abandono educativo.
La escuela, que ahora cuenta con 36 aulas completamente renovadas, representa un cambio radical para los estudiantes y sus familias. Las nuevas instalaciones incluyen una cocina moderna y un comedor que permitirá a los alumnos acceder al programa de almuerzos escolares, garantizando mejor nutrición durante su jornada educativa.
Infraestructura moderna para mejor educación
Entre las mejoras más destacadas se encuentran laboratorios equipados con tecnología moderna, diseñados para brindar una educación de calidad que prepare a los estudiantes para los desafíos del siglo XXI. Estas instalaciones permitirán el desarrollo de actividades prácticas en ciencias y tecnología que antes eran imposibles de realizar.
La transformación de la Antonio José de Sucre forma parte del compromiso gubernamental de mejorar la infraestructura educativa del país. Durante años, esta escuela fue un recordatorio visible de las necesidades no atendidas en el sector educativo, pero hoy se convierte en un ejemplo de lo que se puede lograr con voluntad política y recursos bien dirigidos.
Impacto en la comunidad
La inauguración marca un momento histórico para David, donde estudiantes, padres de familia y docentes han esperado pacientemente por estas mejoras. La nueva infraestructura no solo beneficia a los actuales estudiantes, sino que también representa una inversión a largo plazo en el futuro educativo de Chiriquí.
Con esta entrega, el gobierno del presidente Mulino reafirma su compromiso de continuar «con paso firme» en la transformación de la educación pública, priorizando obras que tienen un impacto directo en la vida de las comunidades más necesitadas del país.
La escuela Antonio José de Sucre se suma así a la lista de proyectos educativos que buscan cerrar la brecha de infraestructura en el sistema educativo panameño, convirtiendo espacios abandonados en centros de esperanza y oportunidades para las nuevas generaciones.
Durante años, la Escuela Antonio José de Sucre fue símbolo de abandono. Hoy, gracias al compromiso del presidente y su gobierno, es símbolo de esperanza.
Con 36 aulas renovadas, cocina y comedor para que los estudiantes accedan al programa de almuerzos escolares, y laboratorios… pic.twitter.com/c5SfT5y1Vz
— Presidencia de la República de Panamá (@presidenciapma) July 25, 2025