Con 58 votos a favor y sin objeciones, el pleno de la Asamblea Nacional de Panamá aprobó en tercer debate el proyecto de Ley N.° 201, que ratifica el Acuerdo de Complementación Económica N.° 76 entre Panamá y los países miembros del Mercado Común del Sur (Mercosur). Con esta decisión, Panamá se convierte oficialmente en miembro del bloque regional, integrado por Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay.
Durante la discusión legislativa, los diputados destacaron que el acuerdo no representa un Tratado de Libre Comercio (TLC), sino un marco de cooperación económica que permitirá la firma de convenios específicos en materia de comercio, inversiones y servicios, siempre sujetos a revisión por parte de la Asamblea.
Salvaguardas para el agro panameño
Uno de los puntos más debatidos fue la protección del sector agropecuario nacional. Los diputados resaltaron que el documento incluye mecanismos de defensa y acompañamiento técnico para los productores, lo que garantiza que la apertura comercial no afecte la producción local.
Previo a la aprobación, el Gobierno realizó la Gira Nacional de Diálogo Productivo Panamá–Mercosur, encabezada por los ministros de Comercio e Industrias (MICI) y Desarrollo Agropecuario (MIDA), junto al presidente de la Asamblea, Jorge Herrera. En estas mesas, gremios y autoridades discutieron los alcances del acuerdo y las inquietudes del sector.
Las autoridades aclararon que el tratado no busca abrir el mercado panameño a una avalancha de importaciones, sino crear oportunidades de inversión y cooperación entre los países signatarios.
Más inversión y expansión económica
Con la entrada en vigor del Acuerdo N.° 76, se espera un mayor flujo de inversiones de empresas de Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay, especialmente hacia las zonas francas panameñas, donde podrán establecer operaciones de exportación utilizando materia prima local.
El acuerdo también establece la creación de un Área de Libre Comercio, con la eliminación progresiva de gravámenes y restricciones comerciales, y promueve la expansión de bienes y servicios, el desarrollo logístico e infraestructural, y el impulso del comercio electrónico internacional.
Según el texto, se busca que estas medidas se apliquen de manera gradual y equitativa, considerando las diferencias en el nivel de desarrollo de los países miembros.
Con esta aprobación, Panamá da un paso estratégico hacia una mayor integración regional y diversificación económica, fortaleciendo su papel como plataforma logística y comercial del continente.