El respaldo de Mulino a los estamentos de seguridad
El presidente de la República, José Raúl Mulino, encabezó este jueves una ceremonia cargada de solemnidad para despedir al capitán póstumo José Isaza Melo, quien perdió la vida el pasado 12 de diciembre en el corregimiento de Caimitillo. Este acto no solo representó un adiós a un oficial destacado, sino que reafirmó el compromiso del mandatario con quienes arriesgan su vida diariamente por la paz social del país.
Durante el evento, realizado en la sede principal de la Policía Nacional, Mulino ofreció sus condolencias personales a José Isaza y Mireya Melo, padres del capitán. El mandatario destacó la entrega de Isaza Melo, cuya trayectoria de 25 años en la institución dejó una huella imborrable de disciplina y servicio. El féretro, cubierto con la bandera nacional, simbolizó el sacrificio máximo de un ciudadano por su patria.
Veinticinco años de servicio y sacrificio
La carrera del capitán Isaza Melo fue un ejemplo de constancia. Al cumplir un cuarto de siglo dentro de la Policía Nacional, se había consolidado como un pilar para sus compañeros. En la ceremonia, el ministro de Seguridad, Frank Ábrego, y el director general de la Policía, Jaime Fernández, resaltaron que la pérdida de una unidad en cumplimiento del deber es un golpe profundo para toda la estructura de seguridad del Estado.
Detalles de la ceremonia solemne
El protocolo incluyó elementos tradicionales de la doctrina policial panameña. Se realizaron disparos de salva que resonaron en el recinto, seguidos por el emotivo Toque de Silencio. La Banda de Música de la Policía Nacional interpretó la pieza ‘Homenaje a los Caídos’, una composición que narra las dificultades y el valor inherentes a la profesión policial. Estos honores póstumos buscan perpetuar el legado de aquellos que, como Isaza Melo, no dudaron en acudir al llamado del deber hasta las últimas consecuencias.
Una cifra que invita a la reflexión nacional
El fallecimiento del capitán Isaza Melo se suma a una estadística dolorosa para la institución. Según datos oficiales, desde el año 1990 hasta la fecha, un total de 197 unidades han perdido la vida en cumplimiento de su deber. Este número subraya la peligrosidad de la labor policial y la necesidad de un respaldo institucional constante, un punto en el que el presidente Mulino ha hecho especial énfasis desde el inicio de su gestión.
El acto concluyó con la entrega de ofrendas florales ante el monumento erigido en memoria de los caídos, un recordatorio permanente de que la seguridad de Panamá se construye, en ocasiones, con el sacrificio de sus mejores hombres y mujeres.
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