En un contundente llamado a la unidad y el orden institucional, el presidente electo de Panamá, José Raúl Mulino, ha dejado clara su postura: el 1 de julio, cuando se instale la nueva Asamblea Nacional, todos los diputados electos deben ocupar sus respectivas curules.
Esta firme declaración surge en medio de un panorama incierto, donde el 30% de los legisladores electos podrían no estar presentes debido a impugnaciones. Un total de 22 diputados se encuentran afectados por estos recursos legales, una cifra que supera las registradas en las elecciones generales de 2019.
Ante esta situación, Mulino ha manifestado su postura al Tribunal Electoral (TE), dejando en claro su convicción de que todos los representantes electos deben asumir sus escaños desde el primer día.
«El propósito de las reuniones que mantendrá con cada uno de los diputados es acabar con el ‘¿qué hay pa’ mí?'», subrayó el mandatario electo, reforzando su compromiso con la transparencia y el fin del clientelismo político.
Este llamado a la unidad institucional se produce en un contexto donde el magistrado Eduardo Valdés Escoffery ha destacado la necesidad de reformar el sistema de votación para diputados en los circuitos plurinominales, una tarea pendiente para fortalecer la democracia panameña.
Con su contundente postura, Mulino envía un mensaje claro: el 1 de julio será un día de unidad y respeto al mandato popular, donde todos los diputados electos deberán asumir su responsabilidad y trabajar en conjunto por el bienestar de la nación.