A la 1 de la tarde, José Ruiloba, se dirigirá al Tribunal Electoral, con la finalidad de Impugnar la decisión.
En un giro que pone en tela de juicio la integridad de las recientes elecciones en Panamá, el candidato José Ruiloba ha decidido tomar medidas legales contra lo que él describe como «malos manejos» en la junta de escrutinio del circuito de San Miguelito. Este valiente paso no solo destaca las preocupaciones sobre la transparencia electoral, sino que también subraya la determinación de un candidato por defender los derechos de sus votantes.
Ruiloba, quien recibió el apoyo de más de 13,500 ciudadanos en las elecciones del 5 de mayo, no se queda de brazos cruzados ante las irregularidades observadas. «Ha quedado demostrado, e inclusive un magistrado del tribunal electoral ha hablado de actas preñadas», afirma el candidato, refiriéndose a posibles alteraciones en los documentos oficiales que registran los votos.
La decisión de apelar ante el Tribunal Electoral no es solo un acto de desafío, sino una declaración de fe en el sistema democrático panameño. Ruiloba y su equipo están dispuestos a llegar «hasta las últimas instancias» para asegurar que cada voto cuente y que la voluntad del pueblo sea respetada.
Lo más preocupante es que San Miguelito no parece ser un caso aislado. Ruiloba señala que estas irregularidades se extienden a «todos los circuitos plurinominales donde se ve beneficiada a una misma nómina». Esto plantea serias preguntas sobre la imparcialidad y la equidad del proceso electoral en su conjunto.
En un momento en que la confianza en las instituciones democráticas está siendo cuestionada, la lucha de Ruiloba es un recordatorio poderoso de que la democracia no es un regalo, sino un derecho que debe ser defendido constantemente. Su batalla legal no es solo por un escaño, sino por la integridad del sistema democrático panameño.
Mientras Ruiloba se prepara para presentar su apelación, todos los ojos estarán puestos en el Tribunal Electoral. ¿Se escucharán las voces de los 13,500 votantes? ¿Prevalecerá la transparencia? La respuesta a estas preguntas determinará no solo el futuro político de José Ruiloba, sino también la salud de la democracia en Panamá.