Rusia ejecutó la madrugada del viernes 6 de junio de 2025 el ataque aéreo más masivo desde el inicio de la invasión a Ucrania, en represalia por la reciente «Operación Telaraña», una ofensiva ucraniana que destruyó parte de la aviación estratégica rusa.
Detalles del ataque
Según autoridades ucranianas y reportes internacionales, las fuerzas rusas lanzaron 452 drones y misiles contra la capital, Kiev, y otras regiones del país, incluyendo Ternópil y Volinia, en el oeste de Ucrania. Las defensas aéreas ucranianas lograron interceptar y derribar 406 de esos proyectiles, pero el saldo fue trágico: al menos tres personas murieron y 49 resultaron heridas en diferentes puntos del país. En Lutsk, capital regional de Volinia, cinco personas resultaron heridas y un edificio residencial sufrió graves daños.
El Ministerio de Defensa de Rusia justificó la ofensiva como una respuesta a «actos terroristas del régimen de Kyiv», asegurando que los ataques se dirigieron contra instalaciones militares. Sin embargo, autoridades ucranianas denunciaron impactos en zonas residenciales e infraestructuras civiles.
Contexto y consecuencias
Este ataque ocurre dos días después de que Ucrania lanzara una operación con drones que destruyó o dañó más de 40 aviones rusos, incluidos bombarderos estratégicos, en bases aéreas dentro de territorio ruso, en lo que se considera uno de los golpes más severos a la aviación de Moscú desde 2022.
La escalada militar se produce en un momento en que las negociaciones de paz entre Rusia y Ucrania, con mediación de Turquía, no logran avances significativos y ambas partes mantienen posiciones distantes25. Mientras tanto, la guerra entra en su semana 172, con más de 1.199 días de combates continuos y sin perspectivas claras de una tregua.