La Policía allanó la residencia del general retirado Humberto Ortega, hermano del presidente Daniel Ortega, y retuvo sus dispositivos electrónicos apenas horas después de que realizara explosivas declaraciones cuestionando la sucesión del poder en el país centroamericano.
Según trascendió, los agentes policiales decomisaron los teléfonos celulares y computadoras del exjefe del Ejército Popular Sandinista, además de rodear su vivienda en las afueras de Managua desde la noche del domingo.
Este movimiento sin precedentes se produjo luego de que Humberto Ortega advirtiera en una entrevista con medios argentinos que el «poder dictatorial» de su hermano «no tiene sucesores» dentro de su familia ni del sandinismo, y que tras su eventual muerte se debería convocar a elecciones.
El general, que fundó y dirigió el Ejército sandinista hasta 1995, fue citado este lunes a una «entrevista» con un alto funcionario de seguridad del gobierno, en un claro intento de silenciar sus críticas al régimen de Daniel Ortega.
En sus polémicas declaraciones, Humberto Ortega pintó un escenario de «enorme desconcierto» y «caos» ante una posible «ausencia definitiva» de su hermano, de 78 años, sugiriendo que ni la vicepresidenta Rosario Murillo podría asumir el control del país.
Según el exmilitar, «solo el Ejército» podría intervenir para evitar la anarquía y convocar a elecciones en un plazo de un año o menos, en medio de la grave crisis política y social que asola a Nicaragua desde la rebelión de 2018.
Este inesperado enfrentamiento dentro del seno de la familia Ortega ha sacudido los cimientos del régimen nicaragüense y ha puesto en tela de juicio la estabilidad del país centroamericano en un eventual escenario de transición de poder.
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