México se encamina a vivir una jornada electoral sin precedentes el próximo 2 de junio, con dos mujeres encabezando las preferencias en la carrera por la presidencia. Claudia Sheinbaum, abanderada del partido oficialista Morena, y Xóchitl Gálvez, representante de una coalición opositora, han protagonizado una intensa pugna en los últimos 90 días de campaña.
Sheinbaum, exalcaldesa de Ciudad de México y favorita en las encuestas con un 54% de apoyo, cerró su campaña ante miles de simpatizantes en el emblemático Zócalo capitalino. «Este 2 de junio, una vez más, vamos a hacer historia», exclamó, aludiendo a la «Cuarta Transformación» impulsada por el popular presidente Andrés Manuel López Obrador.
Por su parte, Gálvez, senadora y empresaria de raíces indígenas, concentró a sus seguidores en Monterrey, confiada en un «voto oculto» que podría alterar los pronósticos. «El ánimo de la gente dice otra cosa», aseguró la candidata de 61 años.
Sin embargo, esta histórica contienda se ha visto ensombrecida por la violencia que ha plagado el proceso electoral. Según datos oficiales, desde septiembre de 2023 han sido asesinados 22 aspirantes a cargos locales, mientras que organizaciones civiles elevan la cifra a una treintena.
En un hecho lamentable, un candidato a la alcaldía de Coyuca de Benítez, en Guerrero, fue asesinado a tiros durante su cierre de campaña, dejando una vez más al descubierto la inseguridad que amenaza la democracia mexicana.
Más de 100 millones de mexicanos están habilitados para votar en esta elección a una sola vuelta, que se gana por mayoría simple. Además de la presidencia, está en disputa el control del Congreso y nueve gobernaciones estatales.
El partido oficialista Morena busca ampliar su mayoría simple en ambas cámaras legislativas, así como defender su bastión en Ciudad de México, donde Clara Brugada se enfrenta al derechista Santiago Taboada por la alcaldía.
Con más de 27.000 militares y miembros de la Guardia Nacional desplegados para garantizar la seguridad, México se prepara para escribir un nuevo capítulo en su historia democrática, con dos mujeres liderando la contienda por la máxima magistratura.