El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, ha lanzado una severa advertencia a los cárteles de la droga, asegurando que ya no podrán operar con impunidad. En una declaración conjunta con el ministro de Relaciones Exteriores de México, Juan Ramón de la Fuente, en Ciudad de México, Rubio enfatizó que la estrategia tradicional de interceptar cargamentos ilegales ha demostrado ser insuficiente.
Rubio anunció que Estados Unidos recurrirá nuevamente al uso de la fuerza contra embarcaciones vinculadas al narcotráfico, como lo evidenció la reciente destrucción de una embarcación por el Ejército estadounidense en aguas del Caribe, cerca de Venezuela. Esta acción marca un punto de inflexión en la lucha contra el narcotráfico, señalando una postura más agresiva por parte de Washington.
El secretario de Estado explicó que, a pesar de los esfuerzos continuos para interceptar cargamentos ilícitos en las rutas marítimas, los cárteles han logrado adaptarse y minimizar el impacto de las incautaciones. Rubio detalló que estas organizaciones criminales, incluyendo el Tren de Aragua y el Cártel de los Soles, operan con márgenes de ganancia tan altos que consideran la pérdida de cargamentos como un costo operativo asumible.
«Estos cárteles han utilizado rutas marítimas por muchísimos años. Nosotros tenemos inteligencia, sabemos que vienen y lo interceptamos, pero eso no funciona, porque estos cárteles saben: ‘Bueno, vamos a perder un 2%, vamos a perder 1% de lo que estamos vendiendo de droga’. Eso es parte de la pérdida que ellos ya tienen como parte de su economía», afirmó Rubio.
El gobierno de Donald Trump, según Rubio, está determinado a cambiar el enfoque de la lucha antidrogas, adoptando una respuesta más contundente contra la criminalidad organizada. La designación de organizaciones como el Tren de Aragua y el Cártel de los Soles como grupos narcoterroristas, bajo las leyes estadounidenses, subraya esta nueva estrategia.
«No van a poder seguir actuando con impunidad, que no simplemente van a perder una carga y van puestos en libertad. Eso no va a pasar. Este presidente no lo va a permitir. Él ha sido claro. Es una promesa que le hizo al pueblo norteamericano, lo eligieron por esa promesa y va a cumplir con esa promesa”, enfatizó Rubio.
Según el secretario de Estado, el objetivo de esta política es evitar que los cárteles perciban las incautaciones como un riesgo menor, impulsando una respuesta militar directa cuando sea necesario para desmantelar sus capacidades logísticas.
Rubio también destacó que la coordinación entre Estados Unidos y México ha alcanzado un nivel de cooperación histórico en materia de seguridad, con un enfoque particular en frenar el tráfico de fentanilo y drogas sintéticas. Esta colaboración se intensificó tras la presión de la administración Trump, culminando en la creación de un «grupo de alto nivel» para coordinar acciones contra el narcotráfico y el movimiento ilegal de personas.
El canciller mexicano, Juan Ramón de la Fuente, explicó que este grupo supervisará los compromisos bilaterales e impulsará medidas como la eliminación de túneles clandestinos, la mejora de la seguridad fronteriza, la investigación sobre flujos financieros ilícitos y el incremento de acciones judiciales.
La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, fue mencionada por Rubio como una figura clave en esta colaboración. Las autoridades mexicanas reiteraron que toda la coordinación se lleva a cabo bajo los principios de reciprocidad, respeto a la soberanía, responsabilidad compartida y confianza mutua. Este renovado esfuerzo binacional busca asfixiar las operaciones de los cárteles y restaurar la seguridad en ambos lados de la frontera.