París se convirtió en el escenario de un encuentro clave entre el presidente de Brasil, Lula da Silva, y su homólogo francés, Emmanuel Macron, el 5 de junio de 2025. La reunión, que tuvo lugar en medio de una creciente oposición en Francia al acuerdo comercial con el Mercosur, abordó temas cruciales como el futuro de dicho acuerdo, el papel de Brasil en el conflicto entre Ucrania y Rusia, y la crisis humanitaria en la Franja de Gaza.
Lula instó a Macron a mostrar mayor apertura hacia la conclusión del acuerdo con el Mercosur, describiéndolo como la «mejor respuesta» ante el auge del unilateralismo y el proteccionismo arancelario. «Mi estimado Macron, abra un poco su corazón a la posibilidad de concluir este acuerdo con nuestro estimado Mercosur», declaró Lula durante una rueda de prensa conjunta. El presidente brasileño, quien asumirá la presidencia del bloque Mercosur, defendió que el acuerdo impulsaría el desarrollo económico y la integración regional en un contexto global incierto.
El conflicto en Ucrania también ocupó un lugar central en las conversaciones. Macron reconoció la postura neutral de Brasil en la guerra, pero enfatizó la importancia de no tratar a ambas partes en conflicto de la misma manera. «Hay un agresor, es Rusia. Hay un agredido, que es Ucrania. Todos queremos la paz, pero no puede tratarse a los dos beligerantes de forma equidistante», afirmó el presidente francés, subrayando que Brasil tiene «un papel muy importante que desempeñar» en la búsqueda de una solución pacífica al conflicto. La influencia de Brasil en la región y su relación con Rusia podrían ser clave para facilitar el diálogo y promover una resolución diplomática.
En relación con la situación en Gaza, Lula fue contundente al acusar a Israel de cometer un «genocidio premeditado» contra la población palestina. «Lo que está sucediendo en Gaza no es una guerra, es un genocidio de un ejército altamente preparado contra mujeres y niños», aseveró el mandatario brasileño, insistiendo en que la campaña militar israelí en el enclave es «un genocidio premeditado de un gobernante de extrema derecha». Estas declaraciones reflejan la profunda preocupación de Brasil por la escalada de violencia y la crisis humanitaria en Gaza, y su llamado a la comunidad internacional para que tome medidas urgentes para proteger a la población civil.