En un contexto de creciente tensión y crisis humanitaria en la Franja de Gaza, el grupo terrorista Hamas ha emitido una dura advertencia a Israel tras el anuncio de una ofensiva total sobre la ciudad de Gaza. La organización islamista considera que esta acción militar pondría en peligro la vida de los rehenes que aún mantiene en su poder.
El gobierno israelí, liderado por el primer ministro Benjamin Netanyahu, aprobó un plan militar que contempla la toma de control total del principal centro urbano de Gaza por parte de las Fuerzas de Defensa. Según Netanyahu, el objetivo es derrotar a Hamas, lograr el retorno de los rehenes y establecer una administración civil alternativa, excluyendo la participación del grupo terrorista y de la Autoridad Palestina.
Netanyahu ha manifestado que Israel no busca el control permanente de Gaza, sino establecer un “perímetro de seguridad” y transferir la administración a fuerzas árabes que no representen una amenaza. Sin embargo, ha insistido en que esto no es posible con Hamas, descartando cualquier futuro político para el grupo islamista.
La decisión de Israel ha generado una ola de críticas internacionales. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, instó al gobierno israelí a “reconsiderar” el plan militar y enfatizó la necesidad de liberar a todos los rehenes y permitir el acceso inmediato y sin obstáculos de ayuda humanitaria.
Del mismo modo, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, ha exigido la retirada del ejército israelí de Gaza y ha propuesto que la seguridad del enclave sea asumida por “el Estado de Palestina con el apoyo árabe e internacional”. Abbas también ha abogado por un alto el fuego inmediato y permanente, la liberación de los rehenes, la entrada de ayuda humanitaria y la unificación del sistema de seguridad bajo la autoridad del Estado palestino.
Varios países europeos, como Alemania, Países Bajos y España, han expresado su preocupación por la escalada del conflicto. Alemania incluso ha anunciado la suspensión de las exportaciones de armas a Israel que puedan ser utilizadas en Gaza. El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, condenó “con firmeza” la decisión de Israel de ocupar la ciudad de Gaza, advirtiendo que “sólo provocaría más destrucción y sufrimiento”.
Egipto y Qatar están mediando para lograr un acuerdo que incluya la liberación de todos los rehenes a cambio de un alto el fuego en Gaza y la retirada de las fuerzas israelíes. Se están llevando a cabo conversaciones sobre la “congelación de armas”, lo que podría implicar que Hamas conserve sus armas, pero no las utilice, y ceda el poder en la Franja.
La situación humanitaria en Gaza es crítica. La Organización Mundial de la Salud estima que al menos 99 personas han muerto este año por causas relacionadas con la malnutrición, y el acceso a la ayuda humanitaria es limitado. La ONU calcula que se necesitan 600 camiones diarios para cubrir las necesidades básicas de los 2,2 millones de habitantes, pero solo ingresan entre 70 y 80 camiones con cargas restringidas.
La comunidad internacional sigue de cerca la evolución de los acontecimientos, buscando una solución que ponga fin a la violencia y garantice la seguridad y el bienestar de la población civil en Gaza.