España, Irlanda y Noruega han dado un paso trascendental al reconocer formalmente a Palestina como un Estado independiente y soberano. Esta acción coordinada marca un hito en las relaciones diplomáticas y podría tener un impacto significativo en el futuro del conflicto israelí-palestino.
Tras cumplir con los protocolos necesarios, los tres países han oficializado el establecimiento de relaciones diplomáticas plenas con la Autoridad Palestina. Este reconocimiento representa un respaldo contundente al derecho del pueblo palestino a la autodeterminación y a un Estado propio.
En España, el presidente Pedro Sánchez enfatizó que «la única solución posible» es la coexistencia de dos Estados, Israel y Palestina, con un corredor que conecte Gaza y Cisjordania, y Jerusalén Este como capital palestina. Sánchez dejó claro que esta decisión no implica un reconocimiento de fronteras más allá de lo establecido por la ONU y la UE, y manifestó su «rechazo rotundo» al grupo terrorista Hamás.
Por su parte, Irlanda y Noruega también han dado pasos decisivos en esta dirección. El ministro de Exteriores noruego, Espen Barth Eide, calificó este día como «especial» en la relación bilateral con las autoridades palestinas, destacando el compromiso de su país con un Estado palestino durante más de 30 años.
Este reconocimiento histórico por parte de tres naciones europeas podría marcar un punto de inflexión en el conflicto israelí-palestino y abrir nuevas vías para el diálogo y la resolución pacífica. La comunidad internacional observa con atención este desarrollo y su potencial impacto en la región.