En una declaración que eleva al máximo la tensión diplomática, la Secretaria de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (DHS) afirmó este lunes de manera tajante que el ciclo de Nicolás Maduro en el poder ha llegado a su fin.
Un mensaje sin ambigüedades
Durante una comparecencia oficial, la funcionaria subrayó que la permanencia de Maduro en el Palacio de Miraflores representa una amenaza directa no solo para la estabilidad regional, sino también para la seguridad nacional de los Estados Unidos debido a la crisis migratoria y los vínculos del régimen con economías ilícitas.
Puntos clave de la declaración:
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Exigencia de salida: Por primera vez en la actual administración, se utiliza un lenguaje tan directo para exigir la salida del mandatario venezolano.
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Seguridad Hemisférica: El DHS vincula la crisis venezolana con el flujo descontrolado de migrantes y el crimen organizado transnacional.
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Presión máxima: La declaración coincide con el reciente despliegue naval en el Caribe y la interceptación de buques petroleros vinculados a la «flota fantasma» de Venezuela.
Esta contundente afirmación sugiere que Washington está pasando de una política de sanciones económicas a una de presión activa y confrontación diplomática directa, buscando forzar una transición política en el país caribeño.
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