En un giro significativo en su política de apoyo militar, Estados Unidos ha anunciado este viernes una flexibilización en las restricciones sobre el uso de armas suministradas a Ucrania. Esta nueva disposición permite al ejército ucraniano utilizar misiles de largo alcance contra objetivos rusos más allá del frente de Kharkiv, siempre que se trate de actos de defensa propia.
El Pentágono ha enfatizado que esta decisión no representa un cambio fundamental en la política estadounidense, sino una respuesta lógica a las tácticas rusas. «No se trata de geografía, se trata de sentido común», declaró Charlie Dietz, portavoz del Pentágono, subrayando que Ucrania tiene derecho a defenderse de ataques originados en territorio ruso.
Esta medida surge como respuesta a los continuos ataques rusos lanzados desde su propio territorio, que hasta ahora gozaban de cierta «zona segura» debido a las restricciones impuestas a Ucrania. El general Pat Ryder reafirmó el derecho de Ucrania a contraatacar para su defensa, incluyendo el uso de sistemas de defensa aérea suministrados por EE.UU. para derribar aviones rusos que amenacen el espacio aéreo ucraniano.
Paralelamente, Washington ha anunciado la priorización de entregas de sistemas de defensa aérea a Ucrania, incluyendo misiles Patriot y NASAM, posponiendo envíos a otros países aliados. John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, destacó la urgente necesidad de Ucrania de reforzar sus capacidades de defensa aérea, especialmente ante la posibilidad de una intensificación de ataques rusos en la antesala del invierno.
El presidente Zelensky expresó su profunda gratitud por esta decisión que, según él, es crucial para proteger ciudades y civiles ucranianos de los ataques rusos. Se espera que estos sistemas de defensa lleguen a Ucrania «antes del final del verano», fortaleciendo significativamente la posición defensiva del país en el conflicto en curso.