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En un movimiento que intensifica la presión sobre el régimen de Nicolás Maduro, el presidente Donald Trump ha declarado que el espacio aéreo de Venezuela debe considerarse «cerrado en su totalidad». A través de una publicación en su red social Truth, Trump dirigió un mensaje contundente a aerolíneas, pilotos y, sorprendentemente, a «narcotraficantes y traficantes de personas», instándoles a considerar el espacio aéreo venezolano como inaccesible.
Esta declaración se produce en un contexto de creciente tensión, con un importante despliegue militar estadounidense en el Caribe, liderado por el portaaviones más grande del mundo. Trump reveló haber mantenido una conversación telefónica con Maduro, advirtiéndole que Estados Unidos multiplicará sus acciones militares si no abandona Caracas en el corto plazo. El exsecretario de Estado, Marco Rubio, también participó en la llamada, señalando un endurecimiento de la postura de la administración Trump hacia el régimen venezolano.
Según fuentes cercanas a la situación, Trump no ofreció a Maduro una salida negociada ni una hoja de ruta para ganar tiempo frente al cerco militar. En cambio, reafirmó su determinación de desmantelar los cárteles de la droga que operan bajo la protección del gobierno venezolano. Además, exigió que, junto a Maduro, abandonen el país las principales figuras del régimen involucradas en negocios ilícitos y en la represión de los derechos humanos.
La inclusión de Rubio en la conversación telefónica sugiere que la administración Trump ha descartado otras vías de negociación, como los contratos petroleros, que se habían propuesto como posibles incentivos para una transición en Venezuela. Ahora, la exigencia es clara: Maduro y sus colaboradores más cercanos deben abandonar el poder.
La presión sobre el régimen se ha intensificado aún más con la designación del Cartel de los Soles como Organización Terrorista Extranjera (FTO) por parte del Departamento de Estado. Esta designación, que identifica a Maduro como el jefe de la organización, permite a la administración Trump aplicar sanciones más severas y perseguir judicialmente a cualquier persona o entidad que colabore con el cartel.
La designación como FTO otorga a Washington amplias facultades jurídicas, como la imposición de sanciones, el congelamiento de activos y la persecución judicial de colaboradores. Expertos señalan que esta medida «abre nuevas opciones» para la administración estadounidense, especialmente en el ámbito militar. Aunque la legislación FTO no contempla ataques armados directos, podría servir como justificación para operaciones quirúrgicas contra infraestructuras o activos vinculados al cartel fuera de zonas urbanas.
El despliegue militar estadounidense en el Caribe, que incluye el portaaviones USS Gerald R. Ford y más de una decena de barcos y aviones de combate, tiene como objetivo declarado combatir las organizaciones de narcotráfico y asfixiar financieramente al régimen de Caracas. La campaña ha resultado en la incautación de numerosas embarcaciones sospechosas y la muerte de varios individuos.
La situación en Venezuela se agrava aún más por la crisis económica que enfrenta el país, con hiperinflación y restricciones para la venta de petróleo. Economistas advierten que la designación del Cartel de los Soles como FTO podría endurecer el embargo vigente y obligar a Venezuela a vender crudo con fuertes descuentos, profundizando la crisis.
