La reciente Cumbre de la OTAN en Washington ha marcado un punto de inflexión en el conflicto entre Ucrania y Rusia. Estados Unidos y sus aliados europeos han tomado decisiones trascendentales para fortalecer la capacidad defensiva y ofensiva de Ucrania, incluyendo la entrega de aviones F-16 y sistemas de defensa antiaérea avanzados.
El presidente Joe Biden anunció la entrega de baterías de defensa antiaérea y aviones F-16 a Ucrania, mientras que el nuevo primer ministro británico, Keir Starmer, dio luz verde para que Ucrania pueda utilizar los misiles británicos Shadow Storm contra objetivos en territorio ruso. Estas medidas responden al reciente ataque ruso a un hospital pediátrico en Kiev, que ha provocado una fuerte reacción de la comunidad internacional.
«Tal como acordamos, la transferencia de los jets F-16 está en curso, provenientes de Dinamarca y Países Bajos», afirmó Antony Blinken, secretario de Estado de EE.UU., durante la cumbre. Por su parte, el presidente ucraniano Volodimir Zelensky expresó su gratitud en redes sociales: «Agradezco a Estados Unidos, Dinamarca y Países Bajos por tomar medidas prácticas para lograr el objetivo de todos los ucranianos: fortalecer la fuerza aérea ucraniana con F-16».
La decisión del Reino Unido de permitir el uso de misiles Shadow Storm en territorio ruso marca un cambio significativo en la estrategia de apoyo a Ucrania. Starmer declaró: «Los misiles fueron entregados con fines defensivos, pero corresponde a Ucrania decidir cómo desplegarlo para esos fines defensivos».
Además del armamento, la OTAN aprobará un paquete de ayuda de 40.000 millones de dólares para Ucrania, destinado a mejorar sus defensas territoriales e incrementar su capacidad militar-industrial. Este apoyo sin precedentes busca contrarrestar la ofensiva de verano lanzada por Vladimir Putin.
La cumbre de la OTAN y las decisiones tomadas en ella representan un momento crítico en el conflicto. La comunidad internacional observa atentamente cómo estas medidas podrían cambiar el curso de la guerra y qué repercusiones geopolíticas tendrán a largo plazo.