El Kremlin ha emitido una grave advertencia a Estados Unidos tras el bombardeo ucraniano en Crimea, acusando a Washington de participar directamente en el ataque que resultó en la muerte de ciudadanos rusos, incluyendo dos menores.
El lunes 24 de junio de 2024, el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, condenó el bombardeo a Sebastopol calificándolo de «barbarie». Según Peskov, el ataque fue realizado con misiles estadounidenses, específicamente ATACMS cargados con ojivas de racimo. «La participación de Estados Unidos en los combates, que conlleva la muerte de ciudadanos rusos, tiene que tener consecuencias», afirmó Peskov. «El tiempo dirá cuáles serán».
Convocatoria de la Embajadora de EE. UU.
En respuesta al ataque, el Ministerio ruso de Exteriores convocó a la embajadora estadounidense en Moscú, Lynne Tracy, para comunicarle las «medidas de represalia». Moscú acusa a Washington de tener «la misma responsabilidad que el régimen de Kiev en esta atrocidad». El comunicado del ministerio añadió que el ataque «no quedará impune».
Las autoridades rusas en Crimea informaron que los misiles golpearon una zona con playas y hoteles en la ciudad portuaria de Sebastopol, dejando cuatro víctimas, de las cuales dos eran menores.
Este incidente marca una escalada significativa en las tensiones entre Rusia y Estados Unidos, con el potencial de agravar aún más la situación en la región. La comunidad internacional observa con preocupación los próximos movimientos de ambos países, en un contexto ya de por sí tenso debido a la prolongada guerra en Ucrania.