La nutrición, un campo rodeado de consejos contradictorios y mitos persistentes, a menudo deja al consumidor confundido. A pesar de los avances científicos, muchas creencias erróneas sobre la alimentación siguen arraigadas en la cultura popular. Expertos en nutrición han identificado los mitos más comunes y perjudiciales, ofreciendo claridad y orientación basada en evidencia científica. Aquí desmentimos 10 de estos mitos, separando la realidad de la ficción para tomar decisiones alimentarias informadas.
1. Fresco es Siempre Mejor: Un mito común es que las frutas y verduras frescas son siempre superiores a las enlatadas, congeladas o deshidratadas. Si bien los productos frescos son indudablemente valiosos, las alternativas procesadas pueden conservar un perfil nutricional comparable. La clave está en revisar las etiquetas para evitar azúcares añadidos, grasas saturadas y sodio. Las opciones enlatadas, congeladas o secas ofrecen conveniencia y disponibilidad durante todo el año.
2. Toda Grasa es Mala: La demonización generalizada de las grasas ha llevado a la creencia de que todas las grasas son perjudiciales. Sin embargo, la ciencia distingue entre grasas saturadas y trans, que son dañinas, y grasas saludables, como las que se encuentran en aceites vegetales, aguacates, nueces, semillas y pescado. Estas últimas son esenciales para la producción hormonal, la energía, la función celular y la absorción de nutrientes.
3. Calorías Ingeridas vs. Calorías Gastadas es la Clave: Si bien el equilibrio calórico es importante, la calidad de los alimentos juega un papel crucial en el control de peso a largo plazo. Los alimentos ultraprocesados, como snacks y refrescos, pueden promover el aumento de peso y problemas metabólicos debido a su rápida absorción y su impacto en la grasa hepática. Priorizar alimentos nutritivos y mínimamente procesados es fundamental.
4. Diabéticos Tipo 2 No Deben Comer Frutas: La restricción de frutas en personas con diabetes tipo 2 es un error. Estudios han demostrado que las frutas enteras, como arándanos, uvas y manzanas, no solo no aumentan el riesgo de diabetes, sino que pueden contribuir a su prevención y manejo. La fibra, las vitaminas y los antioxidantes que contienen las frutas enteras son beneficiosos para todos.
5. La Leche Vegetal es Más Saludable que la de Vaca: Las bebidas vegetales, como las de avena o almendras, han ganado popularidad, pero no siempre son más nutritivas que la leche de vaca. A menudo, contienen menos proteína y pueden incluir aditivos como sodio y azúcares. Comparar el contenido proteico y la calidad de los ingredientes es crucial al elegir entre estas opciones.
6. Las Papas Blancas Son Malas Para La Salud: La mala reputación de las papas blancas se debe a su alto índice glucémico. Sin embargo, prepararlas adecuadamente, como hornearlas o hervirlas, y consumirlas con piel, proporciona vitaminas C y potasio, además de fibra y otros nutrientes. Su accesibilidad y bajo costo las convierten en una opción valiosa para muchas personas.
7. No Se Debe Dar Maní a los Niños Pequeños: La recomendación anterior de evitar el maní en la dieta de los niños pequeños ha cambiado. Ahora, se favorece la introducción temprana de productos a base de maní, como crema diluida, a partir de los cuatro a seis meses, siempre que no haya alergias diagnosticadas o eccema severo. Esto puede ayudar a prevenir alergias alimentarias.
8. La Proteína de las Plantas es Incompleta: La idea de que las proteínas vegetales son incompletas es incorrecta. Todas las fuentes vegetales contienen los 20 aminoácidos, incluidos los nueve esenciales, aunque en proporciones variables. Una dieta diversa basada en legumbres, granos y nueces puede satisfacer eficazmente las necesidades proteicas.
9. El Consumo de Soya Aumenta el Riesgo de Enfermedades: Los temores sobre la soya provienen de estudios en animales. La investigación en humanos no ha demostrado una relación entre el consumo de soya y el aumento del riesgo de cáncer de mama. De hecho, algunos estudios sugieren un efecto protector. La soya es una fuente valiosa de proteína, fibra y minerales.
10. Los Consejos Fundamentales de Nutrición Cambian Constantemente: Si bien algunos detalles pueden evolucionar, los principios básicos de la nutrición se han mantenido estables durante décadas. Reducir las grasas saturadas, la sal y el azúcar, moderar las cantidades y priorizar los alimentos vegetales siguen siendo fundamentales para una dieta equilibrada y sostenible.