En el corazón del sur de México, en Juchitán de Zaragoza, Oaxaca, se encuentra MexVen, un pequeño restaurante con un gran propósito: apoyar a los migrantes en su travesía hacia Estados Unidos. Este emprendimiento es obra de una familia mexicana que ha encontrado en la solidaridad y la gastronomía una forma de ayudar a quienes más lo necesitan.
Un Refugio de Sabor y Solidaridad
MexVen es más que un restaurante; es un oasis para los migrantes venezolanos que, tras atravesar la peligrosa selva del Darién, buscan recuperar fuerzas en su camino hacia el norte. Luis Antonio López, cofundador del restaurante, explica que sus empleados son migrantes venezolanos en tránsito, quienes cocinan platos típicos de su tierra y venden almuerzos abundantes por 70 pesos (menos de 4 dólares).
«Todos están contentos. Los empleados porque se les paga y tienen un lugar seguro donde descansar, y los clientes porque encuentran la comida que querían, a buen precio, tras pasar por tantos países», comenta López.
Un Negocio que Nació de la Necesidad
La idea de MexVen surgió cuando la familia López notó la creciente afluencia de migrantes en Juchitán. Inicialmente, ofrecieron comida mexicana, pero pronto se dieron cuenta de que no era adecuada para los estómagos fatigados de los viajeros. Decidieron entonces adaptar su menú y ofrecer comida venezolana, cocinada por los mismos migrantes.
«Entonces, ¿qué comen ustedes? Nosotros podemos buscar los ingredientes y ustedes se encargan de cocinar», les propuso López a unos venezolanos. Así nacieron los primeros cocineros asalariados de MexVen.
Un Punto de Paso Estratégico
El restaurante, ubicado en el mercado Che Gómez de Juchitán, es un espacio modesto que no aparece en aplicaciones de mapas, pero se beneficia del boca a boca. Además de servir comida en el local, preparan almuerzos para repartir en los alrededores, asegurando que más migrantes tengan acceso a una comida nutritiva y asequible.
Impacto Social y Económico
MexVen no solo ofrece una oportunidad laboral a los migrantes, sino que también crea un sentido de comunidad. «Es extraordinario que alguien haya pensado en nuestra cultura y comida, generando ingresos para su familia y nosotros, que buscamos llegar a nuestro destino para ayudar también a nuestras familias en Venezuela», dice Yoel Parra, un migrante venezolano que ahora es cocinero en MexVen.
Un Hogar Lejos del Hogar
Luis López, reflexionando sobre el éxito de su emprendimiento, señala: «Nosotros como personas nos sentimos satisfechos que hicimos este negocio y de paso cumplimos con la gente. Estos muchachos llegan tras haber gastado mucho dinero y aquí los alimentamos bien y barato».
En un entorno donde los migrantes enfrentan abusos y xenofobia, MexVen se erige como un faro de esperanza y humanidad. La pancarta del restaurante resume su misión: «Comida venezolana MexVen: siéntete como en casa».