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La Unión Europea (UE) se prepara para un momento decisivo en su relación comercial con el Mercado Común del Sur (Mercosur). Fuentes europeas han confirmado que la votación del acuerdo comercial entre ambos bloques está programada para realizarse entre el 16 y el 19 de diciembre. Este paso crucial se produce en un contexto de intensas negociaciones y preocupaciones expresadas por diversos sectores, especialmente el agrícola.
La Comisión Europea, órgano ejecutivo de la UE, busca obtener el respaldo de los Estados miembros antes de la cumbre del Mercosur, que tendrá lugar el 20 de diciembre en Brasil. Previo a la votación entre los países miembros, el Parlamento Europeo deberá pronunciarse, el 16 de diciembre, sobre las medidas de salvaguarda diseñadas para proteger a los agricultores europeos. Estas medidas, ya aprobadas por los Estados miembros, incluyen un control más estricto sobre productos agrícolas considerados sensibles, como carne bovina, aves, arroz y etanol, y contemplan la posibilidad de intervención en caso de que se produzca una desestabilización del mercado.
La aprobación de estas salvaguardas por parte del Parlamento Europeo es fundamental para allanar el camino hacia la votación final entre los países de la UE. Un diplomático y una fuente de la Comisión Europea han confirmado que, si se obtiene el visto bueno parlamentario, la votación entre los Estados miembros se llevará a cabo entre el 16 y el 19 de diciembre. La decisión se tomará por mayoría calificada.
¿Qué implica este acuerdo comercial?
El acuerdo UE-Mercosur representa un ambicioso intento de liberalizar el comercio entre dos de los bloques económicos más importantes del mundo. Permitiría la exportación desde la UE de productos como automóviles, maquinaria, vinos y bebidas alcohólicas hacia Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay. A cambio, abriría el mercado europeo a productos sudamericanos como carne, azúcar, arroz, miel y soja. Este último punto es el que genera mayores inquietudes entre los agricultores europeos, que temen la competencia de productos importados a precios más bajos.
Reacciones y desafíos
Francia ha mantenido una postura crítica frente al acuerdo, argumentando que no cumple con los estándares ambientales y sanitarios europeos. Sin embargo, le resulta difícil conformar una minoría de bloqueo, ya que países como Alemania y España apoyan el tratado. Organizaciones de agricultores han anunciado una gran marcha de protesta en Bruselas el 18 de diciembre, coincidiendo con una cumbre europea, para expresar su rechazo al acuerdo.
En el Parlamento francés, los diputados también han reiterado su oposición al acuerdo comercial. Una resolución parlamentaria impulsada por La Francia Insumisa (LFI) contó con el apoyo unánime de los grupos políticos, lo que refleja un consenso inusual sobre este tema. El Ejecutivo francés considera que los compromisos ambientales y sanitarios del Mercosur no alcanzan los estándares europeos y que las garantías adicionales aún no compensan los riesgos para la agricultura francesa.
El futuro del acuerdo
Tras la votación de los Estados miembros, la ratificación definitiva del acuerdo dependerá de una votación en el Parlamento Europeo, prevista para comienzos de 2026. Se anticipa que el resultado será reñido, lo que añade incertidumbre sobre el futuro de este ambicioso pacto comercial. El acuerdo UE-Mercosur representa una oportunidad para fortalecer las relaciones comerciales entre ambos bloques, pero también plantea desafíos importantes en términos de protección de los agricultores europeos y cumplimiento de los estándares ambientales y sanitarios.
