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La Unión Europea y Estados Unidos han alcanzado un acuerdo comercial para evitar una guerra arancelaria, según ha revelado el comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic. El acuerdo, que se fraguó tras una reunión entre la presidenta de la Comisión Europea y el presidente estadounidense en Escocia, establece límites a los aranceles y compromisos de compra por parte de la UE.
Uno de los puntos clave del acuerdo es que los aranceles a medicamentos, madera y semiconductores no superarán el 15%, independientemente de las conclusiones de la investigación de seguridad nacional ordenada por la administración Trump. Esta es una concesión importante, ya que inicialmente se temía que estos productos pudieran enfrentar gravámenes de hasta el 250%, según declaraciones previas del presidente estadounidense.
Además, Bruselas y Washington han acordado aranceles cero por cero para una serie de productos estratégicos, incluyendo aeronaves y sus componentes, ciertos productos químicos y genéricos, equipos de semiconductores, algunos productos agrícolas, recursos naturales y materias primas esenciales. Sefcovic ha afirmado que se seguirá trabajando para ampliar esta lista.
A pesar de estos avances, no todos los productos se han librado de los aranceles. Los vinos y licores de la UE, por ejemplo, estarán sujetos a un arancel del 15% en el mercado estadounidense. Sefcovic lamentó no haber podido evitar esta medida, aunque dejó abierta la posibilidad de que la situación cambie en los próximos meses.
En relación con el sector automotriz, Washington reducirá los aranceles a los automóviles europeos del 25% al 15% una vez que la UE apruebe una normativa para eliminar todos los aranceles sobre productos industriales estadounidenses, así como sobre determinados productos pesqueros y agrícolas. Bruselas se ha comprometido a implementar rápidamente esta normativa.
Las conversaciones sobre las leyes digitales europeas, un tema de gran interés para la administración Trump, continuarán de manera paralela a las negociaciones comerciales. Sefcovic no descartó que Estados Unidos pueda plantear estas cuestiones como condición para mejorar las condiciones del acuerdo para la UE.
En el ámbito tecnológico, la UE colaborará con Estados Unidos para adoptar y mantener requisitos de seguridad tecnológica similares a los estadounidenses, con el objetivo de evitar la fuga de tecnología a “destinos preocupantes”. A cambio, la administración Trump se compromete a facilitar las exportaciones una vez que estos requisitos entren en vigor.
La UE también se ha comprometido a aumentar la compra de productos energéticos estadounidenses, sustituyendo el gas y el petróleo rusos por compras significativas de GNL, petróleo y combustibles nucleares estadounidenses. Aunque no se ha confirmado la cantidad exacta de este aumento, se ha mencionado un compromiso de compra por un valor de 750.000 millones de dólares adicionales durante los próximos tres años. Además, el bloque comunitario planea comprar al menos 40.000 millones de dólares en chips de inteligencia artificial para sus centros de computación, con el objetivo de impulsar sus gigafábricas de IA y ayudar a Estados Unidos a mantener su ventaja tecnológica.
En cuanto al acero y el aluminio, la UE y Estados Unidos reconocen que ambos bloques enfrentan el desafío común de la sobrecapacidad global y buscarán un marco de trabajo conjunto para garantizar una competencia global justa. Para reducir las barreras, se reducirán los aranceles y se establecerá un sistema de cuotas.
Sefcovic se mostró convencido de que podrá convencer a los estados miembros de la UE para que acepten los términos de este acuerdo, destacando que brindará mayor previsibilidad a las empresas en tiempos turbulentos, permitiéndoles planificar e invertir.
