El 61 % de las inversiones que recibe México por el fenómeno de la relocalización de cadenas productivas para acercarlas a los consumidores, conocido como “nearshoring”, provienen de Asia, en particular de China y, en su mayoría, estas empresas buscan la energía solar como fuente de suministro.
Así lo aseguró la fabricante china de inversores fotovoltaicos Ginlong Solis a través de un comunicado, en el que también destacó que la electricidad generada por paneles solares es clave para que las nuevas plantas que se instalan en territorio mexicano puedan abaratar sus costos y cumplir sus objetivos de reducción de emisiones y de utilización de fuentes renovables de energía.
Por ello, el director para América Latina de Ginlong Solis, Sergio Rodríguez, defendió que ampliar el margen de generación distribuida de energía fotovoltaica sería algo benéfico para las operaciones del sector industrial.
En la actualidad, la regulación mexicana solo permite generar hasta 499 kilovatios (kW) de energía solar, por lo que también industriales en el país se han manifestado a favor de incrementar este límite para las nuevas plantas y para las ya existentes.
Según la compañía de energías renovables, ampliar este margen podría “ayudar a un buen porcentaje de fábricas a instalar sistemas fotovoltaicos para algunas áreas específicas o incluso en la de producción”.
En ese sentido, el directivo de Ginlong Solis puso como ejemplo la legislación adoptada en Brasil, donde está permitido producir hasta 5 megavatios en generación distribuida, “con lo que se amplía el espectro de empresas que pueden instalar este tipo de energía”.