La fiesta de cumpleaños número 18 del futbolista Lamine Yamal ha desatado una tormenta mediática tras las declaraciones de la modelo Claudia Calvo, quien ofreció detalles sobre el proceso de organización, los altos pagos propuestos y los controvertidos criterios de selección para las invitadas1.
Polémica por selección física y elevadas sumas
La influencer y ex Miss Teenager, Claudia Calvo, relató que fue contactada para reunir a doce chicas para la fiesta, indicando que el pago sugerido para cada una oscilaba entre 10.000 y 20.000 euros. Según Calvo, los criterios de selección eran puramente físicos: “se fijaban más en la talla del pecho o el color del pelo”, en busca de perfiles muy concretos ligados al entorno del joven futbolista.
Además, Calvo explicó que a las invitadas se les ofrecía una tarjeta con gastos pagados para la estancia en la isla donde sería la celebración, incluyendo vuelos, hotel, comidas y otros servicios. A pesar del atractivo económico, la modelo calificó la invitación como una “proposición indecente” y rechazó asistir.
Normas de confidencialidad y privacidad estrictas
Según la información revelada, las invitadas recibieron un mensaje con instrucciones estrictas:
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Prohibidos teléfonos y cámaras.
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No se permitían drogas.
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Confidencialidad absoluta: la ubicación exacta se revelaba solo unas horas antes del evento.
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Todo estaba incluido (vuelos, hospedaje, alimentación y experiencias en la isla).
El objetivo era garantizar la privacidad total del evento y de sus asistentes, una condición remarcada por el equipo organizador1.
Repercusiones y denuncias tras la fiesta
La fiesta, considerada una de las celebraciones más destacadas del verano europeo, contó con la presencia de 200 invitados y figuras como Bizarrap, Duki, Ozuna y Bad Gyal. Sin embargo, la polémica se intensificó cuando Claudia Calvo denunció un intento de hackeo en sus redes sociales tras hacer pública la información.
Por otro lado, la Asociación de Personas con Acondroplasia y Otras Displasias Esqueléticas (ADEE) presentó una queja formal por la contratación de personas con enanismo como parte del entretenimiento, anunciando acciones legales y sociales.
Ante el revuelo, Calvo intentó aclarar su testimonio en redes sociales, subrayando que solo compartió lo que le fue informado, sin acusar personalmente a los organizadores y reiterando la naturaleza presunta de sus declaraciones, ante la falta de pruebas tangibles o evidencia documental.