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El FC Barcelona propinó una contundente goleada de 6-1 al Olympiacos en un partido crucial de la Champions League, recuperando así la senda del triunfo y enviando un mensaje claro de cara al inminente Clásico. Un hat-trick estelar de Fermín López lideró la ofensiva blaugrana, en un encuentro que, si bien no fue perfecto en el juego colectivo, sí exhibió momentos de brillantez individual y efectividad.
El partido comenzó con un susto para el Barça, cuando Szczesny tuvo que intervenir providencialmente para evitar un gol de Podence. Sin embargo, la reacción del equipo fue inmediata. Un taconazo exquisito de Dro habilitó a Balde, quien asistió a Rashford, aunque este último no logró concretar. Poco después, Fermín, actuando como mediapunta y verdadero motor del equipo, aprovechó una ruptura de Balde para controlar en el área y, tras un rechace, enviar el balón al fondo de la red.
A pesar del gol, el Barcelona no terminaba de encontrar su ritmo, con imprecisiones en la salida de balón que permitían al Olympiacos merodear el área. No obstante, la concentración defensiva y la disciplina táctica impidieron que los griegos crearan ocasiones claras. La paciencia del Barça tuvo su recompensa cuando, tras una disputa ganada por Pedri, Dro asistió a Fermín, quien volvió a marcar con un zurdazo imparable.
El segundo tiempo trajo consigo momentos de tensión. El Kaabi descontó de penalti para el Olympiacos, tras una mano de Eric en el área. La alegría griega duró poco, ya que Hezze fue expulsado por doble amarilla. El partido se rompió definitivamente cuando Rashford fue derribado en el área, provocando un penalti que Lamine Yamal transformó. A partir de ahí, el Barcelona se adueñó del encuentro.
Rashford, que había sido una constante amenaza, marcó un golazo con un derechazo potente, y Fermín completó su hat-trick con otro zurdazo a pase de Bardghji. Para cerrar la goleada, Rashford añadió un segundo tanto con otro cañonazo desde fuera del área.
En resumen, una victoria balsámica para el Barcelona, impulsada por un Fermín López superlativo y un Rashford incisivo. El equipo recupera sensaciones y confianza de cara al Clásico, demostrando que, a pesar de las imprecisiones, el talento individual puede marcar la diferencia. El conjunto de Flick deberá seguir trabajando en la solidez colectiva, pero la actuación de hoy es un paso importante en la dirección correcta.
