En la vorágine del mercado de transferencias, las millonarias adquisiciones de futbolistas por parte de los clubes más poderosos del mundo son moneda corriente. En el último periodo de fichajes, el Arsenal realizó una transferencia récord entre clubes británicos al incorporar a Declan Rice, proveniente del West Ham, por una cifra astronómica de 133 millones de dólares. Esta millonaria transacción llevó al mediocampista a reflexionar sobre la abrumadora presión que conlleva ser un «ser humano comprado por millones de dólares».
En una rueda de prensa previa al último encuentro del año contra Macedonia del Norte, Rice admitió sus nervios durante las negociaciones y la presión que experimenta al ser transferido por una cantidad tan significativa. «Eres un ser humano comprado por 133 millones de dólares, no parece muy normal. Pero fue por lo que había hecho en el West Ham, por lo que me valoraron», expresó el jugador de 24 años.
La presión adicional, según Rice, proviene de la expectativa de demostrar inmediatamente su valía en el campo. «Son 100 millones de libras, es mucho dinero, podía entender la presión que conlleva. Han invertido mucho dinero en mí, tengo que demostrar por qué puedo ir allí y cambiar las cosas», agregó el futbolista.
La transferencia de Rice superó la anterior marca entre clubes de la Premier League, que involucró a Jack Grealish, transferido del Aston Villa al Manchester City por 124 millones de dólares en 2021. Rice comparó su situación con la de Grealish, destacando cómo la presión de ser un jugador «de 100 millones» puede afectar el rendimiento inicial.
La selección inglesa, liderada por Rice, continúa su participación en los clasificatorios para la Eurocopa, buscando mantener su posición de liderazgo en el Grupo C. Más allá de los desafíos y la presión, Rice sigue siendo una figura clave en el campo, enfrentando las expectativas generadas por su histórica transferencia al Arsenal.