Washington D.C., 16 de julio de 2024 – Las autoridades estadounidenses han aumentado la protección del expresidente Donald Trump tras recibir información de inteligencia sobre un complot iraní para asesinarlo. Este aumento en la seguridad se implementó semanas antes del reciente ataque durante un mitin en Butler, Pensilvania, aunque se ha confirmado que el atacante, Thomas Matthew Crooks, no está vinculado a esta amenaza extranjera.
Amenaza iraní y medidas de seguridad
Según un informe de la cadena CNN, múltiples fuentes informaron sobre un presunto complot iraní dirigido contra Trump, lo que llevó al Servicio Secreto a reforzar su protección. Un funcionario de seguridad nacional de EEUU declaró que “El Servicio Secreto se enteró del aumento de la amenaza de esta fuente de inteligencia”, y que la información fue compartida con el equipo de campaña de Trump y el Servicio Secreto a un nivel superior.
Incidente en Butler
El sábado pasado, durante un mitin en Butler, Pensilvania, un hombre armado logró acceder a una azotea cercana y disparar, hiriendo a Trump. Este incidente subraya las preocupaciones sobre la seguridad del exmandatario, especialmente en eventos al aire libre. A pesar del aumento de la seguridad debido a la amenaza iraní, la vulnerabilidad en eventos públicos sigue siendo un desafío.
Respuesta del Servicio Secreto y la campaña de Trump
El portavoz del Servicio Secreto, Anthony Guglielmi, confirmó que se habían añadido recursos y capacidades de protección recientemente. Sin embargo, la campaña de Trump no ha comentado sobre la amenaza iraní, indicando que todas las preguntas deben dirigirse al Servicio Secreto.
Reflexión y acción
El reciente ataque y la amenaza iraní destacan la necesidad de reevaluar las medidas de seguridad en eventos públicos. Las advertencias previas del Servicio Secreto sobre los riesgos de los mítines al aire libre deben ser consideradas seriamente para proteger la vida de figuras políticas y el público en general.
La protección del expresidente Trump sigue siendo una prioridad para las autoridades estadounidenses en medio de amenazas extranjeras y riesgos domésticos. La coordinación entre el Servicio Secreto y el equipo de campaña es crucial para garantizar su seguridad y prevenir futuros incidentes.