Un misil ruso Kh-101 impactó el hospital infantil Okhmatdyt en Kiev, causando la muerte de dos trabajadores sanitarios y hiriendo a siete personas, incluidos dos niños. Las autoridades ucranianas condenan el ataque y destacan la necesidad de una respuesta internacional firme.
Este lunes, la tragedia golpeó a Kiev cuando un misil ruso Kh-101 impactó en el hospital infantil Okhmatdyt, uno de los mayores de Ucrania. El ataque dejó dos miembros del personal sanitario muertos y siete personas heridas, entre ellas dos niños. Las fuerzas de seguridad ucranianas (SBU) confirmaron la presencia de fragmentos del misil en el lugar del impacto.
“Ya se han encontrado pruebas relevantes en el lugar de la tragedia, en particular fragmentos de la parte trasera de un misil Kh-101 con número de serie y parte del control del mismo misil”, declaró el SBU en un comunicado oficial.
Un video obtenido por Reuters captó el momento exacto del impacto, mostrando cómo el misil surcaba el cielo antes de destruir parte del hospital. El jefe de la oficina presidencial de Ucrania, Andriy Yermak, denunció que el proyectil “contiene docenas de microelectrónica fabricada en países de la OTAN”, sugiriendo complicidad tecnológica en el ataque.
El Ministerio de Defensa ruso, por su parte, afirmó que los objetivos eran plantas de defensa y bases aéreas militares ucranianas, negando haber apuntado a instalaciones civiles. Sin embargo, estas afirmaciones fueron desmentidas por las pruebas en video y las declaraciones de las autoridades ucranianas.
“Es muy importante que el mundo no se quede callado ahora y que todo el mundo vea lo que es Rusia y lo que está haciendo”, afirmó el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, en un mensaje en redes sociales.
En medio del caos, los equipos de rescate trabajaban incansablemente para encontrar a personas bajo los escombros del hospital, mientras los voluntarios ayudaban a trasladar ladrillos y otros restos. El ataque obligó a evacuar el hospital, dejando a muchas madres desesperadas buscando a sus hijos.
El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, informó que al menos 16 personas resultaron heridas en el ataque, siete de ellas niños. “Esto no debería estar pasando, es un hospital infantil”, dijo Marina Ploskonos, madre de un niño de cuatro años que estaba siendo tratado en el hospital.
Este devastador ataque subraya la brutalidad del conflicto en Ucrania y la necesidad de una respuesta internacional contundente. La comunidad global debe unirse para condenar estos actos y apoyar a las víctimas. “El mundo no puede permanecer en silencio ante tales atrocidades”, instó Zelensky. Es crucial que se tomen medidas para asegurar la protección de civiles y hospitales, y para buscar justicia para las víctimas de estos ataques inhumanos.