Un paso más cerca de los viajes interestelares de Star Trek

Un paso más cerca de los viajes interestelares de Star Trek

Un equipo de investigadores del think tank Applied Physics, con sede en Nueva York, ha dado un paso significativo hacia la realización de los viajes interestelares, al estilo de la icónica serie de televisión Star Trek. Desde su debut en 1966, Star Trek cautivó a las audiencias con la idea de viajar a velocidades superiores a la de la luz, un concepto que ha inspirado a generaciones de científicos.

Entre estos científicos se encuentra el físico mexicano Miguel Alcubierre Moya, quien en la década de 1990 propuso el “warp drive” o impulsor de curvatura. Esta innovadora idea sugirió que era posible viajar más rápido que la luz sin violar las leyes de la física, mediante la creación de una “burbuja de curvatura” que contrae el espaciotiempo frente a una nave espacial y lo expande detrás de ella. Sin embargo, la teoría de Alcubierre dependía de la energía negativa, una forma de materia hipotética que no se ha observado en el universo.

Recientemente, el equipo de Applied Physics, liderado por Gianni Martire y Jared Fuchs, ha propuesto una solución innovadora que utiliza energía positiva en lugar de negativa, haciendo que la creación de una burbuja de curvatura sea mucho más factible. Su investigación, publicada en la revista Classical and Quantum Gravity, sugiere que una envoltura de materia extremadamente densa podría propulsar una nave espacial mediante la gravedad, eliminando la necesidad de partículas exóticas.

Este avance se ha logrado gracias a un programa computacional llamado Warp Factory, desarrollado por el equipo de Applied Physics, que permite modelar las condiciones energéticas necesarias para varias geometrías de “warp drives”. Uno de los hallazgos clave es que la cantidad de energía requerida depende de la forma de la burbuja, siendo una burbuja más plana en la dirección del viaje más eficiente energéticamente.

Erik Lentz, físico del Pacific Northwest National Laboratory, elogió este avance como un hito importante en la investigación de los “warp drives”. Sin embargo, destacó que aún quedan muchos desafíos prácticos por superar, como la necesidad de coordinar las burbujas de curvatura y encontrar una fuente factible de la enorme masa necesaria para generar la fuerza gravitacional requerida.

Aunque todavía estamos lejos de construir un “warp drive” operativo, el nuevo modelo de energía positiva representa un avance significativo sobre la tecnología actual de viajes espaciales. Viajar a la mitad de la velocidad de la luz permitiría llegar a Alpha Centauri en nueve años, comparado con los 75.000 años que tomaría nuestra nave más rápida actual, la Voyager 1.

El principal desafío sigue siendo superar la limitación impuesta por la teoría de la relatividad especial de Einstein, que establece que la masa de un objeto en movimiento aumenta infinitamente a medida que se acerca a la velocidad de la luz. Resolver este problema podría implicar avances en la física de la materia condensada, crucial para muchas tecnologías actuales.

A pesar de estos desafíos, el avance de Applied Physics nos acerca un paso más a convertir en realidad los viajes interestelares al estilo de Star Trek, encendiendo la imaginación de una nueva generación de científicos y soñadores.

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