A tan solo 39 días del traspaso de mando presidencial en Panamá, algunas entidades gubernamentales parecen estar jugando con fuego al intentar agilizar procesos de licitación y contratación directa, desafiando abiertamente la advertencia del presidente electo, José Raúl Mulino. ¿Será esta una carrera contrarreloj para concretar negocios antes del cambio de administración?
Pese a la solicitud expresa de Mulino de no adjudicar licitaciones a menos de dos meses de finalizar el gobierno actual, ciertas instituciones siguen adelante con millonarios procesos que podrían terminar paralizados por la próxima administración. Desde la renovación de los 500MW renovables de Etesa hasta los sistemas del transporte público Mi Bus, pasando por los desechos hospitalarios de la Caja de Seguro Social, la vorágine de licitaciones parece no detenerse.
Pero el caso más preocupante podría estar gestándose en el IDAAN, donde se estarían ejerciendo presiones internas para concretar la compra de agua a una empresa determinada, lo que significaría la privatización de este vital servicio a puertas del cambio de gobierno.
Aunque algunas entidades, como Mi Bus, han acatado la orden de Mulino y han suspendido temporalmente sus licitaciones, otras parecen decididas a jugársela en un peligroso juego de timing político y legal.
La Dirección General de Ingresos (DGI) ha sido señalada por avanzar en una millonaria contratación directa para mudar sus oficinas a un lujoso edificio, en una operación que ha levantado sospechas de favoritismo y falta de transparencia.
En un clima de creciente tensión política, estas acciones podrían ser interpretadas como una provocación directa al próximo gobierno, poniendo en riesgo la estabilidad institucional y la confianza ciudadana. ¿Prevalecerá la prudencia o se avivará aún más esta candela en las últimas semanas del mandato saliente?
Panamá Noticias Network Panamá Noticias Network, Tu Portal con las Mejores Noticias de Panamá y el Mundo.
