Un manto de incertidumbre cubre a Irán después de que el helicóptero que transportaba al presidente Ebrahim Raisi sufriera un «duro aterrizaje» este domingo, según informó la televisión estatal. Las causas del percance están vinculadas a las malas condiciones climáticas y la fuerte lluvia que azotaba la zona.
En un ambiente de profunda preocupación, los equipos de rescate se encuentran desplegados en un intento por localizar al mandatario y su comitiva, que incluía al ministro de Asuntos Exteriores, Hossein Amirabdollahian, y otros altos cargos. Sin embargo, la lluvia, el viento y la densa niebla están dificultando enormemente las labores de búsqueda.
«El presidente y el resto del grupo viajaban en varios helicópteros y uno de ellos se vio obligado a realizar un aterrizaje de urgencia por el mal tiempo y la niebla», explicó el ministro del Interior, Ahmad Vahidi, en declaraciones a la televisión estatal. «Hay varios equipos de rescate en camino, pero por el mal tiempo y la niebla tardarán un buen rato en llegar hasta el helicóptero».
Según los medios oficiales, el accidente sucedió cerca de Jolfa, una ciudad fronteriza con Azerbaiyán, tras una visita de Raisi a ese país vecino para inaugurar una presa junto al presidente Ilham Aliyev.
Mientras la búsqueda continúa, la televisión iraní ha emitido imágenes de los rezos en el importante mausoleo del Imán Reza, el octavo imán de los chiíes, en la ciudad natal de Raisi, Mashad. Los feligreses elevan sus oraciones por el mandatario de 63 años, considerado ampliamente como el posible próximo líder supremo de Irán.
La angustia se apodera de Irán, ya que las dificultades para reparar helicópteros en el país, debido a las sanciones internacionales, agravan aún más la situación. La nación contiene el aliento mientras espera noticias sobre el paradero del presidente Raisi y su comitiva.