El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha generado controversia al decidir sacar la perspectiva de género de las escuelas públicas del país.
Esta medida ha sido confirmada por el ministro de Educación, José Mauricio Pineda, quien aseguró que «todo rastro de la ideología de género ha sido sacado de las escuelas públicas».
Esta decisión ha despertado críticas de organizaciones feministas, especialmente en un país donde la violencia contra las mujeres es un problema grave. Según datos de ONU Mujeres, El Salvador tiene una de las tasas de muertes violentas de mujeres más altas de la región, con una tasa de 6,48 por cada 100,000 mujeres en 2019.
La medida de Bukele se produce en un contexto en el que ha consolidado su poder, con un amplio respaldo popular y una mayoría en la Asamblea Nacional. Su postura conservadora, que incluye el rechazo al aborto y al matrimonio entre personas del mismo sexo, ha generado preocupación entre activistas y organizaciones de derechos humanos, que consideran que estas medidas vulneran los derechos de las mujeres en el país.