La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha reafirmado su compromiso con el acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Mercosur, expresando su confianza en que se logrará reunir el respaldo político necesario para concretar la firma en enero de 2026.
A pesar de la reciente postergación causada por las intensas protestas de los agricultores en la capital belga, la líder europea sostiene que el tratado es una herramienta geopolítica y económica vital para ambos bloques.
Enero: El nuevo horizonte estratégico
Von der Leyen destacó que las próximas semanas serán cruciales para abordar las preocupaciones internas, especialmente en el sector agrario europeo, y para consolidar el consenso entre los estados miembros. El objetivo es claro: no dejar que el acuerdo caiga tras más de dos décadas de negociaciones.
Puntos clave para el inicio del año:
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Garantías Ambientales: Se espera que la UE refuerce las cláusulas de protección forestal y sostenibilidad para calmar las críticas de los sectores más verdes y de Francia.
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Compensaciones al Agro: El bloque analiza posibles medidas de apoyo para los agricultores locales que temen el impacto de las importaciones sudamericanas.
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Seguridad de Suministro: En un contexto global inestable, la UE ve al Mercosur como un aliado clave para diversificar sus cadenas de suministro y reducir la dependencia de otras potencias.
La visión del Mercosur
Desde el lado sudamericano, los países miembros (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay) mantienen una postura de «espera constructiva», aunque han enfatizado que el equilibrio del acuerdo debe ser mutuo y no basarse únicamente en las exigencias europeas.
La resolución de este conflicto comercial marcará el inicio del 2026, definiendo si se crea o no una de las zonas de libre comercio más grandes del planeta.
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