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A escasos días de que se defina una nueva presidencia en la Corte Suprema de Justicia, el Órgano Judicial ha lanzado una licitación pública millonaria que ya genera fuertes cuestionamientos en sectores jurídicos, políticos y ciudadanos.
Se trata del Acto Público N.° 2025-0-30-0-99-LV-028682, publicado el 11 de diciembre de 2025, cuyo objeto es el “Servicio de Limpieza de Áreas Internas y Externas para los edificios del Órgano Judicial en el ámbito nacional”, con un precio de referencia de B/. 10,024,701.60, por un período contractual que alcanza hasta 14 meses, incluyendo vigencia y ejecución.
La pregunta no es menor: ¿Por qué comprometer más de 10 millones de dólares del Estado justo cuando la actual presidenta de la Corte está por culminar su período?
El momento: legal, pero políticamente cuestionable
Aunque el proceso cumple con las formalidades legales establecidas en la plataforma PanamaCompra, el timing político resulta, como mínimo, controversial.
En procesos de transición institucional, es una práctica recomendada —aunque no siempre obligatoria— evitar decisiones que hipotequen la gestión de futuras autoridades, sobre todo cuando se trata de contratos de alto impacto económico y administrativo, como este, que compromete la operación nacional del Órgano Judicial.
Requisitos que levantan cejas
El pliego de cargos establece condiciones técnicas, financieras y administrativas altamente exigentes, entre ellas:
- Experiencia comprobada con contratos individuales mínimos de B/. 600,000.00
- Facturación anual mínima de USD 3,000,000.00
- Estados financieros auditados 2023–2024
- Certificaciones ISO (9001 o 45001)
- Plantilla mínima de 50 trabajadores
- Referencias bancarias con líneas de crédito y activos líquidos
Si bien estos requisitos pueden justificarse por la magnitud del contrato, expertos en contrataciones públicas advierten que este tipo de pliegos, cuando se concentran en exceso, reducen drásticamente la competencia, favoreciendo a un grupo muy limitado de empresas, muchas veces ya conocidas por la institución.
La sombra de la empresa actual
Diversas fuentes del sector señalan que la empresa que actualmente presta el servicio de limpieza al Órgano Judicial —Smart Health, antes conocida como Sicarrelle Holdings— sería una de las principales beneficiadas por el diseño del pliego.
Esta empresa no es ajena a la controversia pública. Durante el período de la pandemia por COVID-19, su nombre fue vinculado a contratos de limpieza de hoteles utilizados para cuarentenas, procesos que aún se encuentran bajo investigación, según denuncias y cuestionamientos previos en el sector salud.
A esto se suma que los dueños de la empresa han sido señalados por presuntos vínculos personales y de amistad con figuras del poder político, incluyendo la relación con Juan Soto, pareja de la exsecretaria presidencial Nadia del Río, lo que ha alimentado dudas sobre posibles redes de influencia en contrataciones estatales.
¿Casualidad o patrón?
No se trata de emitir condenas anticipadas. Pero cuando una licitación millonaria, con requisitos altamente restrictivos, se lanza en la recta final de una administración, y coincide con antecedentes empresariales cuestionados y relaciones personales cercanas al poder, la ciudadanía tiene todo el derecho de preguntar:
- ¿Se diseñó este pliego para garantizar verdadera competencia?
- ¿Por qué no esperar a la nueva presidencia de la Corte para una decisión de este calibre?
- ¿Se evaluaron alternativas menos onerosas o contratos escalonados?
- ¿Quiénes participaron en la elaboración técnica del pliego y bajo qué criterios?
Transparencia no es solo cumplir la ley
La transparencia no se limita a publicar un acto en PanamaCompra.
Transparencia es explicar el porqué, el para qué y el momento de una decisión que compromete más de 10 millones de balboas del erario.
El Órgano Judicial, llamado a ser garante de la legalidad y la ética pública, debe ser el primer ejemplo cuando se trata del uso de fondos del Estado.
Hoy, más que nunca, el país observa.
Y la pregunta sigue en el aire: ¿Es esta una licitación necesaria… o una licitación con Nombre y Apellido?
