Tensión en el Caribe: Bombarderos B-52 de EE.UU. sobrevuelan cerca de Venezuela

Redacción PNN 03/12/2025

En un contexto de crecientes tensiones bilaterales, dos bombarderos B-52H Stratofortress de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos realizaron un sobrevuelo en el noreste de Curazao, en proximidad a la costa occidental de Venezuela, este miércoles. Esta acción se produce en un momento de alta sensibilidad en la región, avivada por acusaciones de narcotráfico y la presencia militar estadounidense.

Según registros de la plataforma Flightradar24, las aeronaves, conocidas por su capacidad para misiones de largo alcance y su potencial para transportar hasta 32.000 kilogramos de armamento convencional y nuclear, fueron detectadas operando en el Caribe durante la mañana. Uno de los bombarderos, identificado con el número de cola 61-0035 y el indicativo “PARKA11”, despegó desde la Base de la Fuerza Aérea de Minot, en Dakota del Norte, efectuando un vuelo continuo de varias horas hasta alcanzar el espacio aéreo caribeño.

La presencia de estos bombarderos estratégicos se suma al despliegue reciente de seis aviones P-8A Poseidon en la misma área, destinados a realizar patrullas marítimas. Este despliegue conjunto ha generado interrogantes sobre las intenciones de Estados Unidos en la región.

El B-52 Stratofortress, un bombardero subsónico en servicio desde la década de 1950, es una pieza clave en la estrategia de disuasión de Estados Unidos. Capaz de portar tanto armamento nuclear como convencional, ha sido utilizado en ejercicios recientes enfocados en la vigilancia y respuesta a amenazas regionales, según información del Departamento de Defensa estadounidense.

Hasta el momento, el gobierno de Nicolás Maduro no ha emitido declaraciones oficiales sobre este sobrevuelo. En el pasado, Venezuela ha calificado maniobras similares como provocaciones y amenazas a su soberanía. La situación se enmarca en un contexto de tensiones crecientes entre Washington y Caracas, exacerbadas por el despliegue militar estadounidense en la región durante las últimas semanas.

Estados Unidos justifica su presencia militar en la zona argumentando la necesidad de combatir organizaciones criminales que operan desde Venezuela y países vecinos, especialmente el denominado Cártel de los Soles. Este cártel, según el Departamento de Justicia de EEUU, está integrado por altos mandos militares y funcionarios venezolanos implicados en el tráfico de cocaína hacia Norteamérica, operando supuestamente bajo la protección de sectores del ejército venezolano.

En marzo de 2020, fiscales federales presentaron cargos por narcotráfico y terrorismo contra Nicolás Maduro y varios miembros de su círculo cercano. La tensión se agudiza con la confirmación por parte del Pentágono de la existencia de “planes de contingencia” en Venezuela ante una eventual salida de Maduro, así como declaraciones del entonces presidente Donald Trump sobre “posibles acciones militares, incluso terrestres”, si persiste el flujo de narcotráfico atribuido a embarcaciones en la zona.

Estados Unidos ha trasladado al Caribe su mayor portaaviones, el USS Gerald R. Ford, y ha declarado al Cártel de los Soles como organización terrorista, señalando a Nicolás Maduro como su líder. El gobierno estadounidense mantiene una recompensa de 50 millones de dólares por información que conduzca al arresto o condena de Maduro, y hasta 10 millones por varios de sus colaboradores, acusándolos de participar en operaciones de transporte de cocaína y colaborar con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).