Riga Services: La Constructora Que Dominó Los Estadios Y Encendió Las Alertas Técnicas Del Quinquenio Cortizo

Redacción PNN 27/11/2025

Segunda entrega – Investigación Especial PNN

La sombra de Riga Services S.A. se extiende más allá de los millones adjudicados: ahora emergen las inconsistencias técnicas, los sobrecostos, los procesos exprés y la cadena de decisiones que favorecieron sistemáticamente a la empresa durante el gobierno de Laurentino “Nito” Cortizo.

Los documentos, obras fallidas y testimonios técnicos coinciden en algo: lo que debió ser infraestructura deportiva de calidad terminó convirtiéndose en una vitrina de improvisación, favoritismos y dinero público mal administrado.

La cancha del Rommel Fernández: el símbolo del engaño

Si hay un proyecto que resume el “estilo Riga”, es la rehabilitación del césped del Estadio Rommel Fernández.

Asignado por contratación directa, sin licitación, sin competencia y sin transparencia, por un monto de $1.7 millones, este proyecto se convirtió en un escándalo nacional.

La empresa prometió “grama híbrida de estándar internacional”. Lo que entregaron fue una superficie que no resistió ni dos partidos oficiales, presentando hundimientos, desprendimientos y deterioro visible en televisión nacional.

Mientras los aficionados cuestionaban la calidad, los especialistas denunciaban una realidad incuestionable: la obra no valía ni la mitad de lo pagado.

A pesar del evidente desastre, Pandeportes –bajo la dirección de Héctor Brands– defendió el contrato, asegurando que “todo se había hecho conforme a la ley”.

Lo que no se explicó fue por qué la urgencia justificaba saltarse la licitación, ni por qué se optó por una empresa cuyo historial en trabajos de grama profesional era prácticamente inexistente.

El Estadio Mariano Rivera: lujo sin justificación

El proyecto insignia del quinquenio, el Estadio Mariano Rivera, adjudicado por $39.1 millones, levantó sospechas desde el principio.

Una obra gigantesca aprobada en tiempos de recortes, pandemia y restricciones presupuestarias, para finalmente beneficiar a… la misma empresa.

Los informes de supervisión recibidos por PNN revelan retrasos, modificaciones y adendas, así como una presión política evidente para acelerar la obra antes del fin de la administración.

Técnicos consultados señalan que la magnitud del proyecto no guarda relación con la urgencia ni con la planificación deportiva nacional.

Más grave aún: la licitación mostró condiciones técnicas tan específicas que, según varias constructoras consultadas, “solo una empresa encajaba en el pliego”.

Y esa empresa era, nuevamente, Riga Services.

Ciudad Deportiva de Bocas del Toro: la licitación del silencio

El caso más alarmante sigue siendo la Ciudad Deportiva de Bocas, adjudicada por $17.9 millones.

Licitación abierta, sí… pero con un detalle: solo un participante llegó al acto público.

Sin competencia, sin presión de mercado y con un pliego difícil de justificar para una provincia sin tradición en infraestructura de alto rendimiento, la obra terminó en manos de Riga de manera casi automática.

Lo que debía ser “una obra para la juventud” terminó siendo una obra “para la empresa correcta”.

Y aunque el gobierno pasado celebró el proyecto como un “avance para la descentralización”, lo cierto es que nadie ha explicado cómo una licitación millonaria quedó completamente sola.

Un patrón que ya no se puede esconder

Las piezas del rompecabezas técnico están claras:

Adjudicaciones repetidas.
Procesos acelerados.
Contratación directa.
Pliegos con características “a la medida”.
Sobreprecios evidentes.
Falta de supervisión independiente.
Obras deterioradas a poco tiempo de su entrega.

En 2025, cuando el país revisa los excesos del quinquenio anterior, Riga Services aparece no solo como la empresa más beneficiada del deporte… sino como la pieza clave de un engranaje que debe ser investigado a fondo.

Porque si esto ocurrió con estadios, canchas y centros deportivos, ¿qué puede ocultarse en obras mucho más grandes y costosas?