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La Corte Suprema de Brasil ha refrendado la orden de detención preventiva contra el expresidente Jair Bolsonaro, manteniéndolo bajo custodia en la sede de la Policía Federal en Brasilia. Esta decisión surge después de un incidente en el que Bolsonaro intentó quemar su tobillera electrónica, un dispositivo que le fue impuesto como medida cautelar. La confirmación de la prisión preventiva fue avalada por la mayoría de los miembros de la Sala Primera de la Corte Suprema este lunes.
La medida judicial ratifica la decisión inicial tomada por el magistrado Alexandre de Moraes, quien es el instructor del proceso que condenó a Bolsonaro por su participación en el intento de golpe de Estado. El voto decisivo para mantener a Bolsonaro en prisión preventiva fue emitido por Cristiano Zanin, presidente de la Primera Sala y ex abogado del actual presidente Lula da Silva. Zanin argumentó que «las pruebas permiten concluir que los acusados pretendían romper el estado democrático de derecho».
La detención de Bolsonaro tuvo lugar durante el fin de semana, cuando agentes de la Policía Federal se presentaron en su residencia en Brasilia a las 6:00 horas. El exmandatario fue arrestado y trasladado a dependencias policiales, cumpliendo con lo dictaminado por el Supremo Tribunal Federal (STF) para «garantizar el orden público». La Policía Federal emitió un comunicado informando sobre el cumplimiento de la orden de prisión preventiva, aunque sin especificar el nombre de Bolsonaro. Sin embargo, la acción responde a la condena impuesta por el intento de golpe de Estado posterior a las elecciones de 2022, en las que fue derrotado por Luiz Inácio Lula da Silva.
Bolsonaro, de 70 años, ya se encontraba bajo arresto domiciliario desde el 4 de agosto por incumplir medidas cautelares. Sus abogados habían intentado, sin éxito, solicitar al alto tribunal que pudiera cumplir la condena de 27 años de prisión bajo esa modalidad, alegando motivos de salud. No obstante, el 11 de septiembre, la Primera Sala del Supremo decidió sentenciar al expresidente por intentar perpetuarse en el poder con el apoyo de exministros y mandos militares.
Además de Bolsonaro, varios ex altos cargos han sido condenados en la misma causa, incluyendo a Alexandre Ramagem, ex director de la Agencia Brasileña de Inteligencia, quien recibió una condena de 16 años. También fueron sentenciados exministros como Almir Garnier, Anderson Torres, Augusto Heleno, Mauro Cid, Paulo Sérgio Nogueira y Walter Souza Braga Netto, con penas que oscilan entre 16 y 26 años de prisión. El Supremo Tribunal también decretó la prisión preventiva de Ramagem, quien, según las investigaciones, habría huido de Brasil hacia Estados Unidos tras la condena.
La sentencia contra Bolsonaro incluye el agravante de ser considerado el «jefe» de la organización criminal, según la Fiscalía General. Se le acusa de liderar una trama que comenzó en junio de 2021, mucho antes de las elecciones. La acusación sostiene que la conspiración se materializó tras su derrota electoral, a través de protestas y actos violentos, culminando con el asalto a las sedes de la Presidencia, el Parlamento y la Corte Suprema el 8 de enero de 2023. La Fiscalía califica este asalto como el «corolario» de un plan para impedir la investidura de Lula da Silva. La situación política en Brasil sigue siendo tensa y la detención de Bolsonaro continúa generando debate y controversia en el país.
