El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha expresado públicamente su decepción con el presidente ruso, Vladimir Putin, en relación con la guerra en Ucrania. En una reciente conferencia de prensa, Trump afirmó que esperaba que negociar el fin del conflicto con Putin fuera un proceso más sencillo, pero se mostró contrariado por la prolongación de las hostilidades y la pérdida de vidas.
«Me honra mucho decirles que hemos resuelto siete guerras, siete guerras irresolubles, guerras que no se podían negociar ni resolver», declaró Trump, haciendo referencia a su historial en la resolución de conflictos internacionales. «La que pensé que sería más fácil fue por mi relación con el presidente Putin. Pero me ha decepcionado; realmente me ha decepcionado».
Trump lamentó que la guerra en Ucrania, que inicialmente consideró como uno de los conflictos más fáciles de resolver, haya resultado ser mucho más compleja de lo previsto. «Nunca se sabe en la guerra», señaló, «y suceden cosas muy opuestas a las que uno pensaba». Al ser preguntado directamente sobre las razones de su decepción, Trump respondió que Putin «está matando a mucha gente» y permitiendo que muchos otros mueran, añadiendo que «francamente, los soldados rusos están siendo asesinados en mayor medida que los ucranianos».
Las declaraciones de Trump se produjeron tras una reunión con el primer ministro británico, Keir Starmer, quien también abordó la situación en Ucrania. Starmer reafirmó el compromiso del Reino Unido de trabajar junto a Estados Unidos para «poner fin a la matanza en Ucrania». Criticó duramente a Putin por intensificar los ataques, señalando que «en los últimos días, Putin ha mostrado su verdadera cara al organizar el mayor ataque desde el inicio de la invasión, con aún más derramamiento de sangre, más inocentes muertos y violaciones sin precedentes del espacio aéreo de la OTAN».
Ambos líderes discutieron sobre cómo fortalecer las defensas, seguir apoyando a Ucrania e incrementar la presión sobre Putin para que acepte un acuerdo de paz duradero. Starmer destacó la importancia de abordar la «catástrofe humanitaria» en Oriente Medio, permitir la entrada de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza y lograr la liberación de los rehenes.
Además del conflicto en Ucrania, Trump y Starmer abordaron otras cuestiones internacionales, incluyendo la situación en Israel y Palestina. Trump expresó su desacuerdo con la postura de Starmer sobre un posible reconocimiento de Palestina, calificándolo como una de las «pocas diferencias» entre ambos. Starmer, por su parte, defendió la necesidad de abordar la cuestión del reconocimiento de Palestina como parte de un plan integral para lograr una paz duradera en la región, que garantice la seguridad de Israel y la viabilidad de un Estado palestino.
Ambos líderes subrayaron la importancia de la cooperación entre el Reino Unido y Estados Unidos para abordar los desafíos globales y promover la paz y la seguridad internacional. La visita de Trump al Reino Unido sirvió para reafirmar la sólida relación entre ambos países y para coordinar esfuerzos en la búsqueda de soluciones a los conflictos en Ucrania y Oriente Medio.