En una reunión crucial celebrada en Jerusalén el 15 de septiembre de 2025, el Secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, se reunió con el Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu, para discutir temas apremiantes relacionados con la seguridad regional y la lucha contra el terrorismo. El encuentro se produce en un contexto de crecientes tensiones en Medio Oriente, marcadas por el reciente ataque israelí en Qatar y las continuas hostilidades en la Franja de Gaza.
Rubio fue enfático al declarar que la paz y un futuro próspero para el pueblo gazatí son inalcanzables mientras Hamas permanezca armado y continúe reteniendo rehenes. «Cada rehén debe estar en casa inmediatamente, y Hamas debe ser eliminado como grupo armado», afirmó Rubio, subrayando el firme compromiso del Presidente Donald Trump con estos objetivos.
Netanyahu, por su parte, defendió la controvertida operación en Doha, donde Israel intentó eliminar a líderes de Hamas, calificándola como una «decisión completamente independiente» y asumiendo la «responsabilidad total» por la misma. El Primer Ministro israelí criticó lo que consideró una «inmensa hipocresía» en las críticas al ataque, a pesar de que incluso Trump había expresado reservas al respecto. Netanyahu justificó la acción basándose en la resolución de la ONU posterior al 11 de septiembre, que establece que ningún país puede albergar terroristas. «No tienes tal soberanía cuando has dado una base a los terroristas», argumentó.
Aunque reconoció que el ataque no logró eliminar a los líderes de Hamas, Netanyahu aseguró que envió un mensaje claro: «puedes esconderte, puedes correr, pero te atraparemos». Rubio, al ser preguntado sobre el incidente en Qatar, se limitó a señalar que el enfoque actual está en «lo que sucede después».
Durante sus declaraciones conjuntas, Rubio elogió la «determinación común» entre Estados Unidos e Israel y respaldó la decisión de Trump de atacar el programa nuclear iraní. El Secretario de Estado destacó que Irán representa una amenaza no solo para Israel y Estados Unidos, sino también para sus aliados en el Golfo y Europa, calificando un Irán nuclear como un «riesgo inaceptable» para el mundo.
Netanyahu agradeció a Trump por su apoyo y reafirmó el compromiso israelí de liberar a todos los rehenes y derrotar a Hamas en Gaza. El Primer Ministro describió la presencia de Rubio como una clara señal del respaldo estadounidense a Israel frente al antisemitismo y los «gobiernos débiles» que, según él, demonizan al país. «Continuaremos actuando juntos para confrontar enemigos comunes y proteger nuestra civilización común», declaró Netanyahu, elogiando el liderazgo «consistente, audaz» de Trump y sus acciones para fortalecer la relación bilateral.
Rubio condenó la «barbarie sin precedentes» de Hamas y reiteró que ciertos fundamentos permanecen sin resolver, independientemente de los eventos en Qatar: los rehenes permanecen cautivos y Hamas aún existe. «Todos estos temas deben ser abordados», enfatizó el funcionario estadounidense.
Según fuentes estadounidenses, Rubio tiene previsto viajar a Qatar, donde funcionarios de todo el mundo árabe y musulmán están formulando una respuesta conjunta al ataque israelí. También se encuentra en Qatar el embajador estadounidense en Turquía y enviado especial para Siria, Thomas Barrack.
La reunión entre Rubio y Netanyahu se prolongó durante aproximadamente una hora y media en formato bilateral, antes de ampliarse con la participación de asesores de ambas partes. Anteriormente, Rubio había indicado que consultaría a Netanyahu sobre los planes militares israelíes para tomar el control de Ciudad de Gaza, así como sobre las conversaciones del gobierno israelí sobre la anexión de partes de Cisjordania ocupada.
El encuentro se produce en un momento de tensión diplomática, con una cumbre en la ONU programada para debatir el reconocimiento de Palestina como Estado, una iniciativa que Netanyahu rechaza abiertamente. Rubio había declarado previamente que Trump desea que la guerra de Gaza «termine» definitivamente, lo que implicaría la liberación de los rehenes y garantizar que Hamas «ya no sea una amenaza». Netanyahu también se refirió a los edificios derribados en Gaza, asegurando que son bastiones de Hamas, e instó al mundo a tener «claras sus prioridades y hechos» sobre la situación en el enclave palestino.