En un movimiento estratégico que busca mitigar las presiones arancelarias y fortalecer la producción nacional, el presidente Donald Trump y el CEO de Apple, Tim Cook, anunciaron conjuntamente una inversión masiva de 100.000 millones de dólares en Estados Unidos. Este anuncio, realizado en la Casa Blanca, llega en un momento crucial, justo antes de la entrada en vigor de nuevos aranceles a productos fabricados fuera del país. La inversión busca expandir la producción en territorio estadounidense y reconfigurar la cadena de suministro de Apple.
Según fuentes de Bloomberg, esta promesa de Apple se presenta en un contexto de esfuerzos por evitar aranceles punitivos sobre uno de sus productos estrella, el iPhone. El plan incluye un programa de fabricación diseñado para repatriar una mayor parte de la cadena de suministro de Apple a los Estados Unidos, con el objetivo de ensamblar componentes críticos a nivel nacional. Un funcionario de Washington, que prefirió mantenerse en el anonimato, detalló que se espera que Tim Cook asista al evento.
«La agenda económica ‘América Primero’ del presidente Trump ha asegurado billones de dólares en inversiones que apoyan el empleo y el desarrollo empresarial en Estados Unidos», declaró el portavoz de la Casa Blanca, Taylor Rogers, en un comunicado. «El anuncio de hoy con Apple representa otra victoria para nuestra industria manufacturera, que a la vez contribuirá a la relocalización de la producción de componentes críticos para proteger la seguridad económica y nacional de Estados Unidos».
Apple ya había anunciado previamente planes para invertir 500.000 millones de dólares en los Estados Unidos durante los próximos cuatro años, incluyendo la construcción de una nueva planta de fabricación de servidores en Houston, Texas, una academia de proveedores en Michigan y una inversión adicional con sus proveedores actuales en el país. Con este nuevo anuncio, el compromiso acumulado de Apple asciende a 600.000 millones de dólares, según informó la Casa Blanca.
La noticia impulsó las acciones de Apple, que subieron cerca de un 4% en Wall Street, alcanzando su nivel más alto en casi tres meses. Analistas de Bloomberg Intelligence, Anurag Rana y Andrew Girard, sugieren que esta inversión podría apaciguar las tensiones con la Casa Blanca, derivadas de la dependencia de Apple en la India para el ensamblaje del iPhone. «Prevemos que Apple se centrará en productos de alta gama, laboratorios de inteligencia artificial e ingeniería de semiconductores en EEUU, en lugar de teléfonos y accesorios de gama baja producidos en masa», comentaron los analistas.
Si bien la inversión es significativa, no implica un traslado total de la producción a Estados Unidos, como Trump y otros funcionarios de la Casa Blanca habían anticipado. Recientemente, Apple informó que sus ventas y ganancias durante el segundo trimestre de 2025 superaron las expectativas, mostrando sus esfuerzos por mantener su extensa cadena de suministro global al margen de la guerra comercial liderada por Trump.
En el segundo trimestre fiscal, Apple reportó ingresos de 94.040 millones de dólares, un aumento de casi el 10% con respecto al año anterior, superando las expectativas de los analistas que preveían 89.540 millones de dólares. La utilidad por acción fue de 1,57 dólares, superando las estimaciones de 1,43 dólares por acción. Las ventas de iPhones aumentaron un 13,5% hasta 44.580 millones de dólares, superando las expectativas de los analistas de 40.220 millones de dólares.
Apple ha diversificado su producción, trasladando la fabricación de iPhones a la India y la de Macs y Apple Watches a Vietnam. A pesar de estos esfuerzos, la compañía advirtió a los inversores que los aranceles estadounidenses podrían costarle 900 millones de dólares en el tercer trimestre fiscal y redujo su programa anual de recompra de acciones en 10.000 millones de dólares, una medida interpretada por los analistas como una forma de liberar efectivo en tiempos de incertidumbre.