Estados Unidos e Irán han llevado a cabo un importante intercambio de prisioneros bajo la mediación del emirato de Qatar. En este histórico acuerdo, ambos países acordaron liberar a ciudadanos del otro país que estaban detenidos, marcando un hito en la denominada «diplomacia de los rehenes».
Cinco ciudadanos estadounidenses y dos de sus familiares fueron liberados en Teherán y luego aterrizaron en Doha, la capital de Qatar. Por otro lado, dos ciudadanos iraníes también llegaron a Qatar como parte del acuerdo, mientras que otros tres liberados decidieron no regresar a Irán.
Uno de los puntos clave de este acuerdo fue la decisión de Estados Unidos de desbloquear alrededor de 6.000 millones de dólares que Corea del Sur debía a Irán por la compra de petróleo en 2019. Estos fondos habían sido congelados debido a las sanciones impuestas contra Irán. El dinero se ha depositado en cuentas especiales en Qatar y solo se utilizará para la adquisición de bienes humanitarios, como alimentos y medicinas.
El intercambio de prisioneros es una práctica común entre gobiernos de todo el mundo y se utiliza para destrabar relaciones congeladas, construir la confianza en el contexto de un acercamiento diplomático o como parte de treguas temporales en situaciones de conflicto. Estados Unidos, en particular, ha estado involucrado en más de 100 de estos intercambios desde 1977.
Este intercambio de prisioneros marca un hito importante en las relaciones entre Estados Unidos e Irán y representa un paso hacia la resolución de conflictos y la mejora de las relaciones diplomáticas entre los dos países.