Dos partidos del gobierno en Países Bajos han solicitado explicaciones urgentes sobre el posible rol de Ucrania en el sabotaje del gasoducto Nord Stream en 2022, un incidente que podría tener serias repercusiones en el apoyo militar de los Países Bajos a Kiev. Las sospechas surgen tras una investigación que vincula a Ucrania con el ataque, lo que ha llevado a algunos sectores del gobierno neerlandés a exigir respuestas claras.
Geert Wilders, líder del Partido por la Libertad (PVV), que tiene la mayoría en el Ejecutivo, ha pedido al gobierno que aclare si el presidente ucraniano Volodimir Zelenski estaba al tanto del ataque y si inicialmente lo aprobó. “¡El Gobierno debe aclarar si Ucrania está detrás del ataque! Esto podría tener grandes consecuencias”, afirmó Wilders en un documento publicado en redes sociales.
Por otro lado, Henk Vermeer, portavoz de Asuntos Exteriores del partido BBB, destacó en la radio pública neerlandesa que, aunque la información es preocupante, aún es pronto para sacar conclusiones definitivas. “Podría tener grandes consecuencias, pero solo se puede determinar eso cuando se sepa quién dio la orden”, subrayó.
El Wall Street Journal ha publicado un artículo exclusivo que refuerza estas sospechas, señalando que Zelenski podría haber conocido y aprobado el plan de sabotaje, aunque intentó cancelarlo posteriormente sin éxito. La situación podría complicar las relaciones internacionales, especialmente si se confirma la implicación ucraniana.
Este desarrollo plantea importantes interrogantes sobre la relación entre Ucrania y sus aliados europeos. Si bien la investigación sigue en curso, el resultado podría redefinir el apoyo de Europa a Ucrania en su conflicto con Rusia. Las próximas semanas serán cruciales para esclarecer los hechos y determinar las implicaciones para la política exterior neerlandesa.