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En Panamá, todos sabemos qué nadie llega a mil millones en contratos estatales por casualidad. Y mucho menos en cinco años. Para lograr eso, hace falta algo más que cemento y maquinaria: hace falta un padrinazgo político de alto calibre, una red de favores cruzados y un sistema que permite que la misma mano siempre gane… aunque el país pierda.
Ese es el caso de Ricardo Gardellini, dueño de Riga Services S.A., la constructora que dejó de ser un nombre irrelevante para convertirse en el buque insignia del gobierno de Laurentino “Nito” Cortizo, el brazo operativo de las ambiciones de Héctor Brands en Pandeportes y la favorita indiscutible del poderoso Enrique Lau Cortés en la Caja de Seguro Social.
Gardellini no fue un contratista.
Fue EL contratista.
El intocable.
El mimado.
El que siempre ganaba.
El que recibía contratos como si Panamá fuera su finca privada.
El Contratista de los Mil Millones
Más de $1,000,000,000 en contratos. Repito: mil millones de dólares en cinco años.
¿Usted conoce alguna empresa panameña que haya logrado semejante hazaña sin tener detrás el músculo del poder político?
Nosotros tampoco.
Riga Services pasó, en tiempo récord, de ser un jugador menor a volverse:
🔥 la empresa deportiva favorita de Brands,
🔥 la empresa de salud favorita de Lau,
🔥 la empresa de obras públicas favorita del gobierno entero.
Las cifras no mienten.
Aquí está el legado de Gardellini, financiado con dinero del pueblo:
- Estadio Mariano Rivera – $39.1 millones
- Ciudad Deportiva de Bocas – $17.9 millones
- Villas Deportivas – $8.9 millones
- Complejo Festival del Banano – $5.5 millones
- Estadio de Almirante – $4.9 millones
Y eso es solo Pandeportes.
Luego viene la Caja de Seguro Social, la mina de oro:
- Hospital de Almirante – $41.5 millones
- Policlínica Penonomé – $23.2 millones
- Policlínica David – $21 millones
- Policlínica San Antonio – $21.9 millones
- Instituto de Salud de Trabajadores – $66.3 millones
Y, por supuesto, 💥 La Ciudad de la Salud – $523.7 millones, el contrato que coronó a Riga como la reina absoluta del quinquenio Cortizo.
La joya del imperio. La obra más cara, más polémica y más cuestionada de la historia reciente del país.
⚠ Nada de esto fue normal
Que nadie venga a decir que esto fue “competencia sana”. No lo fue.
Que no nos vendan el cuento de que Riga “ganó por mérito”. No lo ganó.
La realidad es esta:
- Licitaciones con un solo proponente.
- Pliegos hechos para favorecer a un ganador predefinido.
- Contratos directos disfrazados de urgencias.
- Sobrecostos visibles a simple vista.
- Un patrón de adjudicación tan repetitivo que sería un chiste… si no costara cientos de millones.
- Un Estado que funcionó como si Gardellini tuviera la llave maestra de todas las puertas.
Mientras el país hacía fila para recibir 120 a los 65, Gardellini hacía fila para recibir contratos multimillonarios.
🧨 Los tres padrinos: Nito, Brands y Lau
En este editorial no vamos a edulcorar la verdad: sin Nito Cortizo, Héctor Brands y Enrique Lau, el imperio Riga no existiría.
Ellos fueron quienes:
- avalaron las licitaciones absurdas,
- firmaron las adjudicaciones,
- impulsaron los proyectos,
- y defendieron públicamente cada obra como si fuera una misión divina.
La triada perfecta para que una empresa —hasta entonces común y corriente— se convirtiera en la constructora más poderosa del país.
❗ Y hoy, en 2025, la factura nos está explotando en la cara
Panamá quedó marcada por:
- estadios que costaron más de lo que valen,
- licitaciones que nadie pudo competir,
- obras que beneficiaron más a contratistas que a ciudadanos,
- un sistema de contrataciones públicas hecho para servir a unos pocos,
- y un agujero en la confianza pública que tardará años en cerrar.
El imperio Gardellini no fue casualidad.
Fue una estructura.
Una maquinaria.
Una complicidad entre funcionarios y su contratista estrella.
Y Panamá lo pagó… dólar por dólar.
🔥 PNN no va a dejar esto en el olvido
Este editorial es solo el principio.
Nosotros seguiremos documentando, revelando y exponiendo: los contratos, las conexiones, las irregularidades y los silencios que hicieron posible que un solo empresario recibiera mil millones en apenas cinco años.
Porque Panamá merece saber quiénes se beneficiaron, cómo lo hicieron y quiénes permitieron que esto pasara.
Y lo vamos a contar todo.
Uno por uno.
Con nombres y montos.
Caiga quien caiga.
EDITORIAL PNN – La verdad que el poder no quiere que leas
