Warren Buffett, el legendario inversor de 94 años, ha utilizado su esperada carta anual a los accionistas para celebrar los logros de Berkshire Hathaway mientras envía un mensaje apenas velado al presidente Donald Trump sobre la importancia de la responsabilidad fiscal y el cuidado de los más vulnerables.
El conglomerado dirigido por Buffett ha acumulado una impresionante reserva de efectivo de 334.200 millones de dólares, casi duplicando los 167.600 millones que tenía hace un año. Este aumento se debe principalmente a la venta de importantes participaciones en Apple y Bank of America durante 2023.
«Gracias, Tío Sam. Algún día, sus sobrinos y sobrinas en Berkshire esperan enviarle pagos aún mayores», escribió Buffett en referencia a los 26.800 millones de dólares que la empresa pagó en impuestos el año pasado. «Gástelo sabiamente. Cuide a los muchos que, sin culpa propia, se llevan las peores consecuencias en la vida», añadió en lo que varios analistas interpretan como un mensaje directo a la administración Trump.
Cathy Seifert, analista de investigación de CFRA, calificó estas palabras como «un mensaje poderoso» expresado de manera sutil.
La carta también revela que el 53% de las 189 empresas que integran Berkshire reportaron ganancias más bajas en 2024, una señal preocupante sobre el estado actual de la economía estadounidense. Jim Shanahan, analista de Edward Jones, expresó su inquietud: «Quizás no haya una mejor empresa que Berkshire para tener una visión diversificada de la fortaleza económica… y estos resultados me parecen un poco débiles».
Buffett, quien ahora usa bastón para evitar «caerse de bruces» según admitió en la misiva, también anunció cambios en la famosa junta de accionistas conocida como el «Woodstock de los capitalistas». La sesión de preguntas y respuestas será considerablemente más corta este año, reduciéndose a solo cinco horas.
El multimillonario reafirmó su confianza en Greg Abel como su sucesor, asegurando a los accionistas que estará preparado para aprovechar oportunidades de inversión y mantener la tradición de comunicación transparente con los inversores que ha caracterizado el estilo de Buffett durante décadas.