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En un movimiento que promete revolucionar los proyectos de inversión en Estados Unidos, el expresidente Donald Trump ha propuesto un plan radical para acelerar los permisos federales para proyectos energéticos y de construcción con inversiones superiores a los 1.000 millones de dólares. Sin embargo, la iniciativa enfrenta importantes desafíos regulatorios y legislativos.
A través de una publicación en su plataforma Truth Social, Trump anunció que cualquier inversor que comprometa mil millones de dólares en el país «recibirá aprobaciones y permisos completamente acelerados, incluyendo todas las aprobaciones ambientales». Con un tono característicamente dramático, añadió: «¡PREPÁRATE PARA EL ROCK!».
Críticas y Controversias
Grupos ambientalistas han criticado duramente la propuesta. Lena Moffitt, directora ejecutiva de Evergreen Action, calificó el plan como «obviamente ilegal» y un intento de poner «los intereses corporativos en el asiento del conductor», lo que podría resultar en mayor contaminación y menos opciones energéticas para los estadounidenses.
Alexandra Adams, del Consejo de Defensa de los Recursos Naturales, advirtió sobre las potenciales consecuencias no deseadas, preguntando: «¿Qué pasa si alguien quiere construir un incinerador de residuos al lado de Mar-a-Lago?».
Contexto Político y Económico
El analista energético Kevin Book sugiere que más allá del espectáculo, hay una preocupación genuine: la necesidad de reformar un sistema de permisos que actualmente ralentiza grandes proyectos de inversión.
Un plan bipartidista impulsado por los senadores Joe Manchin y John Barrasso busca acelerar la concesión de permisos para proyectos energéticos y minerales, argumentando que esto podría bajar precios, crear empleos y mantener el liderazgo energético estadounidense.
Obstáculos Potenciales
Sin embargo, los críticos advierten que el proyecto podría abrir grandes extensiones de tierras públicas a la perforación de petróleo y gas, eliminando revisiones ejecutivas y judiciales cruciales.
Jason Miller, asesor de Trump, ha prometido que un segundo mandato sería una «época dorada de reducción de regulaciones», con un enfoque en «perforar, perforar, perforar».
Perspectivas Futuras
Según Kevin Book, la posición de Trump podría hacer menos probable una reforma de permisos este año, ya que los republicanos podrían preferir esperar hasta tener el control del Congreso y la Casa Blanca.
Lo cierto es que la propuesta de Trump plantea más preguntas que respuestas, dejando a inversores, ambientalistas y legisladores a la expectativa de cómo se desarrollarían estas potenciales modificaciones en la tramitación de grandes proyectos.
