El imperio empresarial de Elon Musk muestra un comportamiento financiero dividido que refleja el cambiante apetito de los inversores. Mientras Tesla experimenta una caída significativa en su cotización bursátil, las compañías privadas del multimillonario registran un crecimiento espectacular en el mercado secundario.
El auge de las empresas no cotizadas
Según datos revelados por Fortune, el valor acumulado de SpaceX, Neuralink, The Boring Company y xAI ha aumentado un 45% desde las elecciones presidenciales de noviembre de 2024. Este incremento contrasta drásticamente con la caída del 50% en el valor de las acciones de Tesla, la única empresa pública de Musk, desde su máximo alcanzado en diciembre.
La estrella entre estas compañías es xAI, la firma de inteligencia artificial fundada por Musk, que ha experimentado un sorprendente aumento del 110% en su valoración desde noviembre, de acuerdo con la plataforma de comercio de mercado secundario Caplight. La empresa está atrayendo enormes cantidades de capital, con rumores sobre una posible recaudación de 10.000 millones de dólares a una valoración de 75.000 millones, aunque Caplight eleva esta cifra a 96.000 millones debido a la alta demanda de inversores institucionales.
SpaceX despega mientras The Boring Company desciende
SpaceX también ha mostrado un rendimiento destacable, con un incremento superior al 50% en su valor desde las últimas elecciones estadounidenses. En contraste, The Boring Company ha sufrido una contracción del 7,8% durante el mismo periodo.
Este comportamiento disparejo refleja el interés selectivo de los inversores por diferentes sectores tecnológicos y la evolución del mercado hacia mecanismos alternativos de inversión.
El auge del mercado secundario
En este contexto, el mercado secundario ha emergido como una vía crucial para que los inversores accedan a acciones de empresas que no cotizan en bolsa. Plataformas como Caplight facilitan estas transacciones conectando a inversores institucionales con corredores.
Javier Avalos, CEO de Caplight, explicó a Fortune que para compañías enfocadas en tecnologías avanzadas como cohetes espaciales o modelos de inteligencia artificial, resulta más conveniente desarrollar su misión sin las restricciones propias de las empresas públicas.
Aunque las empresas privadas no se benefician directamente de las ventas de acciones en el mercado secundario, muchas implementan ofertas de recompra para proporcionar liquidez a sus accionistas. SpaceX, por ejemplo, realiza estas operaciones con frecuencia para mantener satisfechos tanto a inversores como a empleados.
Esta tendencia refleja un cambio estructural en el mercado: las empresas tecnológicas permanecen privadas durante más tiempo, evitando las presiones de los informes trimestrales y las expectativas de los analistas, mientras continúan captando capital para impulsar su crecimiento e innovación.