El Mercosur, una vez prometedor bloque comercial sudamericano, enfrenta hoy un período de irrelevancia y crisis interna. Las tensiones políticas y la falta de cohesión económica han minado su capacidad para cumplir con sus objetivos originales.
La reciente ausencia de Javier Milei, presidente de Argentina, en la cumbre semestral del Mercosur en Asunción, Paraguay, ha subrayado las crecientes fracturas dentro del bloque comercial sudamericano. Mientras Milei se dirigía a una conferencia de la derecha en Brasil, el líder uruguayo Luis Lacalle Pou comentó mordazmente: “Si el Mercosur es tan importante, todos los presidentes deberían estar aquí”.
Fundado en 1991 como una zona de libre comercio y unión aduanera, el Mercosur incluye a Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y ahora Bolivia. Sin embargo, la promesa inicial de libertad económica se ha visto frustrada por la volatilidad macroeconómica y los conflictos políticos internos. En palabras del presidente paraguayo, Santiago Peña: “Mercosur claramente no está pasando por su mejor momento”.
Las incompatibilidades políticas son evidentes. Milei no se ha reunido formalmente con el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, a quien ha calificado de “corrupto” y “comunista”. Anteriormente, el expresidente brasileño Jair Bolsonaro y el exmandatario argentino Alberto Fernández también tuvieron una relación conflictiva.
Causas del Declive del Mercosur
Dos factores principales han contribuido a la declinación del Mercosur. Primero, la volatilidad macroeconómica en la región. La devaluación de la moneda brasileña en 1999 y el colapso financiero de Argentina en 2001-2002 socavaron la estabilidad económica del bloque. Segundo, en lugar de profundizar en la integración económica, los líderes políticos optaron por ampliar el bloque con aliados ideológicos, como Bolivia, lo que diluyó su enfoque económico.
El proteccionismo también ha jugado un papel crucial. Desde la crisis financiera de 2008, los miembros del Mercosur han impuesto más de 400 medidas no arancelarias entre ellos. El comercio intra-Mercosur alcanzó su máximo en 2011 con 72.000 millones de dólares, pero ha disminuido significativamente desde entonces.
Perspectivas Futuras
En el ámbito internacional, el Mercosur ha logrado cerrar acuerdos de libre comercio solo con Egipto, Israel y Singapur. Las negociaciones con la Unión Europea, iniciadas hace 20 años, concluyeron en 2019, pero el acuerdo enfrenta resistencias tanto en Europa como en Brasil.
“¿Cuál es el propósito de Mercosur si no se puede ampliar el acceso al mercado?”, se pregunta Shannon O’Neil del Consejo de Relaciones Exteriores. En respuesta, Lacalle Pou de Uruguay aboga por buscar acuerdos bilaterales. Uruguay está en conversaciones con China y Turquía, y aspira a unirse al CPTPP, un grupo de 11 países del Pacífico.
Javier Milei ha amenazado con abandonar el Mercosur, a pesar de que Argentina ha sido uno de los mayores beneficiarios del comercio intra-bloque. Esta amenaza pone en riesgo el objetivo original del Mercosur de promover el desarrollo económico y aumentar el peso internacional de sus miembros.
La situación actual del Mercosur plantea serias preguntas sobre su relevancia y futuro. Mientras las tensiones internas y las políticas proteccionistas continúan, es esencial reflexionar sobre los objetivos iniciales del bloque y las estrategias necesarias para revitalizarlo. ¿Será posible que el Mercosur recupere su rumbo y se convierta nuevamente en un motor de desarrollo económico en Sudamérica? La respuesta depende de la voluntad política y la capacidad de sus miembros para superar sus diferencias.
Fuente: The Economist