Wall Street cierra un año excepcional con el S&P 500 logrando un histórico segundo año consecutivo de ganancias superiores al 20%, algo que no sucedía desde 1998. El índice de referencia estadounidense ha establecido 57 nuevos máximos históricos durante 2024, reflejando la fortaleza del mercado a pesar de las tensiones económicas globales.
La reducción de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal ha sido un factor clave en este rally bursátil. El organismo ha realizado tres recortes durante el año, aunque por debajo de las expectativas iniciales de los inversores, que esperaban reducciones de hasta 1,5 puntos porcentuales.
Nvidia se ha convertido en uno de los protagonistas del año, triplicando sus ingresos hasta los 91.200 millones de dólares en los primeros nueve meses, impulsada por el boom de la inteligencia artificial. Esta expansión ha catapultado su valor de mercado por encima de los 3 billones de dólares.
El bitcoin ha sido otra de las estrellas del mercado, alcanzando máximos históricos por encima de los 108.000 dólares, un incremento notable desde los 17.000 dólares de hace dos años. El respaldo de Donald Trump a las criptomonedas y las expectativas de una regulación más favorable han impulsado su valor.
Sin embargo, no todo han sido buenas noticias. El mercado inmobiliario muestra signos de debilidad, con las ventas de viviendas usadas cayendo a mínimos de 30 años, mientras que la tasa de vacancia en edificios de oficinas ha alcanzado un récord histórico del 20,1%, reflejo del impacto persistente del trabajo remoto.
Tesla también ha destacado en el mercado, superando los 420 dólares por acción, un precio simbólico para su CEO Elon Musk, beneficiándose en parte de su estrecha relación con Trump, cuyo posible regreso a la Casa Blanca ha generado optimismo entre ciertos inversores.