Crisis en la industria automotriz europea: la batalla de los fabricantes frente a la baja demanda y la competencia extranjera

Crisis en la industria automotriz europea: la batalla de los fabricantes frente a la baja demanda y la competencia extranjera

La industria automotriz europea enfrenta tiempos difíciles con una caída significativa en las ventas de vehículos y una notable baja en el rendimiento de los nuevos modelos eléctricos. Este desafío no afecta solo a Volkswagen, sino también a otras marcas importantes como Renault y Fiat, que enfrentan problemas similares en sus fábricas.

Según un informe de Bloomberg Intelligence, alrededor de una de cada tres fábricas de BMW, Mercedes, Stellantis, Renault y Volkswagen en Europa no está operando a plena capacidad. Algunas plantas apenas producen la mitad de los vehículos que podrían, como es el caso de la planta Mirafiori de Stellantis en Turín, donde la producción del Fiat 500e eléctrico disminuyó más de un 60% en el primer semestre de 2024. La situación es igual de alarmante en la planta de Audi en Bélgica, que produce el Q8 e-tron.

Desafíos en el mercado europeo

La baja en la demanda también afecta a las instalaciones de Renault en Douai y VW en Dresde, donde los autos eléctricos no encuentran el mercado esperado y las pérdidas son crecientes. Carsten Brzeski, economista jefe de ING, señala que la industria automotriz está experimentando un «cambio estructural». Este cambio está impulsado por una mayor competencia internacional, particularmente de fabricantes chinos que buscan penetrar el mercado europeo a pesar de los aranceles punitivos impuestos por la UE.

El aumento de la competencia por parte de marcas chinas como Geely, Lynk & Co, Chery, Great Wall Motor y BYD está exacerbando los problemas. Estos fabricantes no solo están vendiendo autos eléctricos, sino que también planean establecer fábricas en Europa para fortalecer su presencia.

¿Fallo en la gestión o desafíos estructurales?

La pregunta sobre si los problemas de la industria europea son el resultado de fallos en la gestión o de desafíos estructurales es motivo de debate. Carsten Brzeski argumenta que la industria enfrenta una serie de problemas complejos, incluyendo una competencia internacional creciente y una menor competitividad en comparación con sus rivales.

Hans-Werner Sinn, presidente del Instituto Ifo de Múnich, opina que no se trata de un fallo de gestión. Según Sinn, la rapidez y la decisión con las que actúan los políticos en China y Europa han puesto a la industria bajo una presión sin precedentes. Las estrictas normativas de emisiones y el impulso hacia la electromovilidad han dejado a los fabricantes europeos a merced de las políticas cambiantes.

Perspectivas y medidas

Frank Schwope, de la Universidad de Ciencias Aplicadas para PYMES (FHM) de Hannover, ofrece una perspectiva más optimista, destacando que Volkswagen sigue reportando beneficios significativos. Sin embargo, la crisis a largo plazo podría ser inevitable si no se abordan adecuadamente los desafíos actuales.

Mientras tanto, la industria está tratando de adaptarse a estos cambios y presionar a los políticos y sindicatos para lograr ajustes en las exigencias salariales y obtener apoyo para la transición hacia los vehículos eléctricos.

La industria automotriz europea se encuentra en una encrucijada, donde la adaptación rápida y efectiva a los nuevos desafíos será clave para su supervivencia y éxito futuro.

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