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Investigación Especial PNN – Exclusiva Nacional
Un nuevo escándalo rodea a Riga Services S.A., la constructora que se convirtió en protagonista de los contratos más grandes de la administración pasada y en pieza clave de las obras de la Ciudad de la Salud, bajo la mirada directa del entonces director de la CSS, Enrique Lau Cortés.
Esta vez, las acusaciones no apuntan a sobrecostos ni licitaciones “a la medida”, sino a algo mucho más grave: la presunta entrada irregular, explotación laboral y expulsión silenciosa de trabajadores extranjeros.
A Panamá Noticias Network llegó el testimonio de un grupo de 25 ciudadanos colombianos que aseguran haber sido traídos a Panamá de forma ilegal para trabajar en las obras de Ciudad de la Salud bajo órdenes de Riga Services.
“Nos prometieron todo: salario digno, alojamiento, prestaciones y condiciones de primer mundo. Terminamos trabajando como ilegales, explotados, amenazados y luego expulsados sin pagar lo que nos debían”, denuncia uno de ellos, cuya identidad reservamos por seguridad.
Un viaje organizado desde Colombia hasta Tocumen
Los trabajadores afirman que el proceso comenzó en su país, donde fueron reclutados con ofertas que parecían irresistibles:
- Buen sueldo.
- Alojamientos cubiertos.
- Horas extras pagadas.
- Afiliación laboral en Panamá.
Sin embargo, al llegar al aeropuerto de Tocumen, descubrieron la otra cara del viaje. Entraron sin solvencia económica, sin contratos previos, sin respaldo legal formal. Según ellos, todo se realizó con la anuencia de personal migratorio que permitió el ingreso del grupo completo sin objeciones.
“Entramos en fila, sin requisitos y sin dinero suficiente. Nos estaban esperando. Ahí entendimos que esto estaba arreglado desde antes”, relata otro de los afectados.
Contratos, afiliación y explotación
Ya en Panamá, fueron llevados directamente a las obras, donde se les hizo firmar contratos con Riga Services y se les registró ante la CSS y el Ministerio de Trabajo. Para los trabajadores, esto creó una apariencia de formalidad que pronto se desmoronó.
Ellos aseguran haber vivido:
- Jornadas excesivas y sin pago completo.
- Cambios de salario sin aviso.
- Alojamiento en condiciones precarias.
- Amenazas cuando reclamaban sus derechos.
- Retención de pagos y liquidaciones.
Uno de ellos lo resume así:
“Nos trataron como si no valíamos nada. Cuando ya no les servíamos, nos presionaron para irnos del país. Nos dijeron que no peleáramos porque nos podían dejar botados sin nada”.
Finalmente, afirman que fueron enviados de regreso a Colombia sin recibir todos los honorarios, salarios y horas extras adeudadas.
Denuncia formal… y evasión de Riga Services
De vuelta en Colombia, el grupo contrató a una abogada y presentó denuncias ante la Fiscalía y el Ministerio de Trabajo de Panamá. Según afirman, Riga Services no ha acudido a las citaciones del Ministerio, prolongando el proceso y dejando sus reclamos sin respuesta.
Mientras tanto, la empresa continúa proyectando públicamente una imagen de cumplimiento laboral y “responsabilidad social”.
Una mancha más en el expediente Riga
Esta denuncia revela una cara oculta del megaproyecto Ciudad de la Salud:
la del trabajador extranjero, vulnerable, traído bajo promesas vacías y expulsado sin derechos.
Y abre nuevas preguntas:
- ¿Sabía la CSS cómo se estaba reclutando y manejando al personal extranjero?
- ¿Qué funcionarios facilitaron el ingreso irregular del grupo en Tocumen?
- ¿Cuántos otros casos como este permanecen ocultos?
Lo que hasta ayer se presentaba como un logro de Estado, hoy se enfrenta a su propio espejo.
En la próxima entrega de PNN:
La Ciudad de la Salud y el negocio entre Riga y Lao: la obra que definió un quinquenio lleno de sombras.
